Tras la gran huelga y manifestación histórica que tuvo lugar el pasado 8 de marzo con motivo del Día Internacional de la Mujer, parece que han comenzado a removerse conciencias dentro de empresas y organizaciones, muchas de las cuales están empezando a realizar auditorías para conocer si existe brecha salarial en sus plantillas y buscar la forma de solucionarla. Curiosamente, la mayoría de las empresas que solicitan un estudio de igualdad creen que en sus centros no existe ningún tipo de disparidad en los sueldos o que la dimensión del problema no es significativa.

En esos días en los que las reivindicaciones de las mujeres lograban tener un gran protagonismo en los principales informativos, Macrosad comunicaba algunas de las claves del éxito de una cooperativa que espera cerrar su IV Plan Estratégico en el año 2020 con una facturación de 35 millones de euros y 500 empleados más. Y es que la entidad andaluza cuenta con un 85% de mujeres en sus puestos ejecutivos, lo que la convierte en toda una excepción, lamentablemente.

¿Es sorprendente este dato en la actualidad? La realidad es que sí, ya que, según un estudio reciente elaborado por la plataforma InfoJobs, tan solo el 9% de las trabajadoras españolas ocupa un cargo directivo.

Sin embargo, uno de los pilares básicos de Macrosad son sus hechos en materia de género. En primer lugar, me gustaría resaltar que, desde nuestros inicios en los años 90, hemos estado plenamente concienciados y concienciadas con la igualdad entre mujeres y hombres. Ya desde nuestro nacimiento decidimos adoptar un lenguaje inclusivo en todas nuestras comunicaciones para visibilizar a hombres y mujeres de todas las edades y de todas las condiciones.

Más allá de las formas, que también son importantes, lo que ha propiciado nuestros buenos resultados en esta materia es el Plan Estratégico de Igualdad. En él se establecen una serie de principios que garantizan que mujeres y hombres que ocupen mismos puestos y responsabilidades cobren exactamente el mismo salario y elimina cualquier techo de cristal. De hecho, el perfil medio de persona que ocupa un puesto ejecutivo y de coordinación en Macrosad es el de una mujer de unos 40 años que, además, cuenta con estudios en Psicología, Ciencias Políticas y Sociología, Terapia Ocupacional, Trabajo Social o Magisterio de Educación Infantil.

Nuestras políticas de igualdad incluyen medidas para facilitar la maternidad y la conciliación familiar. Apostamos seriamente por la estabilidad laboral, tal como muestran los datos de 2017, en los que se constata que el 70% de todas las personas que han trabajado en Macrosad en ese periodo han disfrutado de un contrato indefinido.

Una medida también llevada a cabo por esta cooperativa, y que es importante que se adopte desde cualquier departamento de Recursos Humanos, es no tener en cuenta la edad de la persona candidata a un puesto de trabajo durante los procesos de selección y conseguir que sean los méritos los que primen por encima de todo. Somos conscientes de que la edad puede suponer cierto hándicap para muchas personas, sobre todo mujeres, que se dan de bruces contra prejuicios injustos.

En estos 24 años, desde que un grupo de soñadores y soñadoras decidieron crear una cooperativa preocupada por el proyecto vital de las personas, Macrosad ha crecido gracias a mantener unos férreos valores de igualdad y una actitud siempre ética y responsable. Este es el secreto para consolidarnos como una de las organizaciones líderes dentro del ámbito sociosanitario y socioeducativo en Andalucía. Nuestro anhelo es que estos valores (estando segura de que usted, persona lectora, también los comparte) no nos sigan convirtiendo en una excepción.

Alicia Carrillo

Directora de Operaciones de Macrosad

Macrosad es una cooperativa fundada en 1994, con el objeto de contribuir con el bienestar de las personas, consolidándose como una de las organizaciones más representativas dentro del ámbito sociosanitario y socioeducativo andaluz. La compañía ofrece servicios de educación, cuidados y recuperación en la infancia y vejez, impulsando la intergeneracionalidad y tecnología como pilares fundamentales de nuestra metodología de trabajo.