Según datos del SouthSummit, organizado por SpainStartUp, un 5% de los emprendedores en España han lanzado ya hasta 5 startups, un dato que causa vértigo a aquellos que no entramos dentro de la llamada generación ‘millennial’. Para nosotros, la creación de una empresa ha estado ligada a grandes inversiones, estructuras jerarquizadas y negocios offline, pero hoy en día las cosas han cambiado.
En España, hay, además, grandes ejemplos de proyectos innovadores y que siguen tendencias internacionales, liderados por ‘empresarios’ muy jóvenes. Ejemplos recientes como los de Glovo y Alpify, o consagrados como el de Tuenti, marcan una nueva tendencia: nuestros veinteañeros ya no buscan un trabajo para toda la vida: quieren marcar su propia hoja de ruta, asumiendo riesgos e invirtiendo toda su energía, si hace falta, en su propio proyecto.
Desde Unilever, creemos firmemente en la necesidad de desarrollar a nuestros empleados, pero también a aquellos que en un futuro muy cercano puedan ser futuros profesionales emprendedores. Es fundamental que las empresas con vocación y socialmente responsables nos impliquemos en promover la actitud emprendedora y animemos y soportemos a los nuevos líderes a desarrollar nuevos negocios y áreas de actividad.
Precisamente, desde nuestro proyecto Soy Frigo, estamos trabajando por ‘sembrar la semilla del emprendimiento’ en jóvenes que aún no han tenido una oportunidad laboral. Este año hemos vuelto a dar la oportunidad a 450 chicos y chicas (entre 18 y 30 años) de tener su primera experiencia autogestionando un mini-negocio de ventas propio. Han sido responsables de la gestión de su stock de helados, previsión de ventas, técnicas de marketing directo… y todo, acompañado de un programa formativo online para mejorar su empleabilidad futura, porque el principal objetivo es que, además de ayudarles a generar un ingreso extra, puedan incrementar sus posibilidades de ser empleados en otras empresas e, incluso, de querer ser sus propios jefes.
En esta línea, las organizaciones privadas tenemos la responsabilidad de darles las herramientas para que acierten y se equivoquen, porque en el proceso de crear, el error es lo natural, y a veces, necesario.
Según los datos anteriores, el 62% de los emprendedores españoles ha tenido un primer fracaso, una idea e ilusión que no ha funcionado y, aun así, su persistencia y pasión han hecho que sigan luchando por realizar y alcanzar su sueño profesional.
Llevado al terreno del consumo, una de las últimas tendencias de mayor impacto y que más está revitalizando la gastronomía, ayudando a muchos jóvenes a desarrollar un modelo de negocio, son los ‘foodtrucks’, que acostumbramos ya a ver en ferias, mercadillos y grandes eventos.
Hay ejemplos de jóvenes profesionales que no estaban contentos con su día a día en la empresa privada y buscaban un cambio, gestionar su propio tiempo y retomar labores de trato más directo, pero también hay jóvenes que han encontrado una oportunidad a medida para salir del desempleo. Ya lo dijo Albert Einstein: “En tiempos de crisis la imaginación es más efectiva que el intelecto”, y sin ideas, estamos abocados al fracaso. Apostemos por las ideas, por las buenas y exitosas, y por las no tan buenas pero que servirán de aprendizaje a nuestros jóvenes para conseguir sus metas.
Ana Palencia
Directora de Comunicación y Responsabilidad Social Corporativa de Unilever España
