Históricamente, la ciencia ha sido un mundo en el que los avances han estado firmados por hombres. Los descubrimientos, grandes o pequeños, han llevado nombres masculinos, sin importar si alguna mujer contribuyó o no de alguna manera y, por supuesto, sin ningún tipo de reconocimiento. La falta de visibilidad y la losa de estar catalogadas como el género débil han marcado la trayectoria de la mujer en la ciencia.

A pesar del trabajo que se ha hecho en los últimos años, las estadísticas de género que evalúan el papel de las mujeres en la ciencia nos muestran que aún queda camino por recorrer. El 61% del personal investigador en España son hombres y la brecha salarial sigue existiendo. Por ello, favorecer las condiciones que nos lleven a la igualdad efectiva sigue siendo un reto diario.

Las empresas debemos marcar la diferencia creando modelos de negocio equitativos en los que los valores sean el talento, las capacidades, el esfuerzo y los méritos, sin importar el género. Diversos estudios han puesto de relieve que las instituciones que impulsan la igualdad y la diversidad, y proporcionan un entorno laboral estimulante y flexible, multiplican casi por siete la mentalidad creativa de sus empleados. Por ello, desde los entornos empresariales debemos tener la capacidad de desarrollar a mujeres y hombres por igual, aportando crecimiento y valor de una manera natural y orgánica.

Desde la industria farmacéutica trabajamos desde hace años de manera incansable para lograr la igualdad efectiva entre hombres y mujeres. En sus últimos análisis, Farmaindustria ha puesto en valor que las mujeres desempeñan un papel clave en el sector. Ocupan el 63,7% de la plantilla de I+D de las compañías farmacéuticas y representan el 52% de la totalidad de puestos de trabajo de la industria. El sector farmacéutico también está avanzando en equidad salarial entre hombres y mujeres, ya que la diferencia media entre salarios roza el 10%, la más baja de todos los sectores industriales españoles.

Con estas cifras, podemos decir que la industria farmacéutica es un ámbito de la economía productiva en el que se ha avanzado de manera significativa en materia de igualdad, si bien todavía nos queda camino por recorrer para que se incremente la presencia de mujeres en los puestos de liderazgo de las compañías farmacéuticas. Por ello, debemos seguir trabajando para fomentar la igualdad efectiva y la presencia del talento femenino en la ciencia.

Tenemos la oportunidad de impulsar el cambio e incrementar la visibilidad y el papel clave de las investigadoras para que, tanto las profesionales de hoy como las niñas y jóvenes que lo serán mañana, puedan acceder a las mismas oportunidades y ser reconocidas de la misma manera que sus compañeros. Es el momento de trabajar para que el desarrollo profesional y el reconocimiento igualitario y el acceso a las oportunidades dejen de ser la excepción para convertirse en la regla.

Nuestro objetivo es hablar de equidad y que nuestra mente observe bajo esa palabra a cualquier persona independientemente de su género. Cuando lleguemos a esa realidad, habremos logrado un clima de igualdad efectiva, y todos, hombres y mujeres, habremos ganado como sociedad.

Beatriz Faro

Presidenta Regional de Mercados Desarrollados de Medicina Interna de Pfizer