Nunca pensé en trabajar en tecnología. Pero como se suele decir, nunca digas de esta agua no beberé… unos meses antes de terminar la carrera se me presentó la oportunidad de incorporarme al departamento de marketing en el lanzamiento de una nueva compañía de servicios de IT y aunque no estaba convencida del todo, acepté el reto y se convirtió durante 17 años en una de las partes más importantes de mi vida, o por lo menos una a la que más energía y tiempo dediqué.

En el 94 el sector de la tecnología estaba vinculado al sexo masculino, era complicado encontrar mujeres en puestos de programación, de servicio técnico y mucho menos en cargos directivos. Eso era lo normal y no nos lo cuestionábamos. A nivel general, todavía los estereotipos y el peso de las tradiciones representaban barreras que poco a poco empezaban a ceder. Durante ese tiempo no me planteé que era la única mujer en el comité de dirección, solo era uno más entre mis compañeros, pero es cierto que, en las reuniones, que eran en tonos azul marino y gris, yo ponía la nota de color.

La sociedad en general está sufriendo una revolución cultural que favorece el cambio en cuestiones como las laborales. Según datos del informe ‘Women in Business’ tras años de estancamiento, el porcentaje de mujeres directivas en España ha crecido entre 2018 y 2019 en tres puntos, situándose en un 30%, ligeramente superior a la media europea del 28. No obstante, el sector de la tecnología sigue luchando por romper  la brecha del género,  en el Libro Blanco de las mujeres en el ámbito digital, publicado por la Secretaría de Estado para el Avance Digital del Ministerio de Economía y Empresa, en el ámbito tecnológico solo el 4% de las CEO son mujeres  y en torno al 20%  de los trabajadores del sector es femenino. Bajo mi punto de vista, la educación, la cultura y la visibilidad del trabajo realizado en las empresas por mujeres son claves para potenciar ese cambio. Por otro lado, muchas iniciativas están favoreciendo el empoderamiento de la mujer en los cargos directivos y en concreto en el sector tecnológico.  No obstante, en la raíz, nuestra presencia en carreras como Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas continúa siendo escasa y siguen hablando un lenguaje masculino.

En 2019 nadie se cuestiona el papel de la mujer en el mundo laboral. En pocos años la sociedad ha sufrido una importante revolución y lo que antes era excepcional, ahora no solo es normal, sino, además, incuestionable. Las universidades están realizando un gran esfuerzo elaborando planes por la igualdad, las tecnologías ofrecen herramientas como el teletrabajo o el horario flexible, que facilitan la conciliación y nos abren nuevas oportunidades para desarrollar la vida profesional y la familiar, esto está beneficiando claramente al sector femenino, permitiendo a las mujeres acceder a puestos ejecutivos. Grandes empresas españolas como HP, Fujitsu, IBM, Google, entre otras, están confiando en mujeres como primeras espadas de su organización y todo esto está colaborando a que se empiecen a abrir las puertas a las nuevas generaciones femeninas.

Carolina Lázaro

Directora de la Agencia SIM