mujer dinero

La red Professional Women’s Network Barcelona -perteneciente a la Red PWN Global- organizó el pasado 26 de abril el evento ‘Mujeres y dinero’, en la sede de GVC Gaesco en Barcelona. Es sabido que las mujeres tienen una relación sensible con el dinero y, por lo tanto, ya era hora de abordar los problemas relativos a este tema.

Renata MoitinhoBrecha salarial de género

A pesar de la legislación de la UE sobre igualdad salarial de género vigente desde el 2006 -implementada en España en 2007-, las mujeres ganan en promedio un 17,8% menos que los hombres en el mismo puesto de trabajo. La media en la UE está el 16,3%.

La pregunta es, ¿por qué esto sigue pasando? Aquí hay algunas razones:

c-courtier– El trabajo de las mujeres está minusvalorado. Las mujeres tienden a obtener una puntuación menor en el desempeño de su trabajo que la que los hombres obtienen por el mismo desempeño.

– El sesgo de género todavía está vigente. Todavía se piensa que las mujeres están más focalizadas en el hogar, poniendo en segundo plano su carrera professional.

– Las mujeres tienden a negociar menos que los hombres su sueldo y sus extras.

¿Qué podemos hacer las mujeres al respecto?

1. Saber qué valor tienes en el mercado de trabajo y en tu empresa. ¿Cómo?

– Busca información sobre los actuales rangos salariales de cada profesión en Internet.

– Contacta un headhunter o reclutador.

– Mira los puestos de trabajo en la red, ya que el rango salarial suele estar publicado en la oferta.

2. Conoce y muestra tu potencial actual y a largo plazo.

– ¿Sabe tu empresa cuánto vales? Pueden haber visto tu CV cuando te presentastes al puesto, pero esto no significa que lo sigan recordando.

-¿Cuál es la competencia que tienes y que tu compañía necesita?

-¿Cómo aportas valor añadido? Y si no has podido antes, muestra este valor y explícale a tu jefe cómo puedes añadir valor a la empresa.

3. Pide lo que es justo. El punto más importante es pedir, algo que las mujeres no suelen hacer a menudo.

Es también importante entender las consideraciones que son más importantes para los empleadores:

1. Los empleadores tienen interés personal en retener a sus empleados, formarlos y proporcionarlos una carrera.

-El coste de los empleados es, a menudo, más del 50% del coste operativo.

-Cubrir un puesto cuesta tres meses de sueldo (costes de búsqueda, formación, pérdida de productividad por nuevas contrataciones).

– La insatisfacción del empleado es equivalente al descenso de la productividad.

2. Los empleadores tienen datos de compensación de mercado como puntos de referencia para asegurar que los sueldos y beneficios de sus empleados son competitivos.

3. Los empleadores son responsables de la desigualdad salarial. No da buena imagen corporativa el que una empresa no cumpla la ley sobre la desigualdad salarial.

4. Las empresas quieren una buena relación calidad-precio, también en lo referente a capital humano.

En conclusión, es importante que las mujeres pidan aumentos de sueldo cuando es apropiado. No hacerlo se vería como una falta de ambición, además de fortalecer la brecha salarial de género.

¿Por qué nunca hablamos de dinero?

Otro de los temas que se trataron en el evento es el de por qué las mujeres no solemos hablar de dinero. Aún impresiona, en pleno siglo XXI, cómo nosotras -las mujeres- todavía nos ruborizamos cuando hablamos de dinero. Pero si este es un tema tan presente en nuestras vidas, ¿por qué no hablamos abiertamente sobre él? La respuesta es por cultura y por comodidad.

Tradicionalmente, se considera que las finanzas y el dinero son cosas de hombres y que nosotras no tenemos ni la más remota idea de números, de inversiones o siquiera sabemos cómo dirigir una empresa, y en muchos casos, nuestra propia empresa. Es cierto, y hay que admitirlo, que por lo general tenemos menos interés sobre el tema, pero esta ¨incapacidad transitoria¨ se debe a que socialmente no está bien visto que una mujer hable de dinero de manera abierta sin medias tintas.

Esperan que seamos recatadas y por qué no decir modestas, porque si no parecemos malas. Y no hay mayor tontería que pensar que el dinero nos hace malos. Quizá el dinero potencie lo que uno tenga en su interior, pero no nos transforma.

“Las mujeres hablan del sexo como del dinero, sólo cuando algo no funciona”. Esta frase es de Luis del Vaz, un periodista aragonés, y refleja muy bien la relación de las mujeres con el dinero. Habitualmente, hablamos de dinero cuando este escasea o cuando algo no encaja, es decir, cuando algo no está como se supone que debería. Y es ahí donde empiezan los problemas.

La falta de práctica nos lleva a actuar con inseguridad y miedos. Nos sentimos inseguras al negociar incrementos salariales, acuerdos con proveedores o incluso cobrar a clientes morosos. Por fortuna, estamos avanzando, pero todavía tenemos un largo camino que recorrer y hay cuatro razones por las cuales debemos hacerlo:

1. Ya no somos niñas, somos adultas con poder de decisión. El “he aprendido de esta forma” ya no es una excusa.

2. El incremento de familias monoparentales exige que ya no podamos delegar esta función al otro miembro de la pareja.

3. El incremento de la esperanza de vida es más alta: luego necesitaré más dinero si deseo tener una jubilación digna.

4. Y en España, cada vez somos más empresarias autónomas.

Caroline Courtier,
Presidenta de PWN (Professional Women’s Network)
y Renata Moitinho,
Consultora experta en negocios y finanzas