La gente aprecia y apoya a aquellos que tienen las ideas claras. Elegir una meta parece ser la forma de identificar el camino adecuado. Sin embargo, si recapacitamos sobre nuestras experiencias, en muchas ocasiones, son las oportunidades que creamos sin darnos cuenta las que nos permiten llegar a donde queremos.

En febrero de 2016 empecé una investigación con motivo de mi trabajo fin de grado en Administración de Empresas, en el que quería crear un modelo económico sostenible de venta de arte a la clase media española actual. Lo hacía por varios motivos: primero, amo el arte y el emprendimiento; segundo, conseguí convencer a mi tutor; y tercero, y más importante, era el último paso para por fin terminar la carrera.

Antes de continuar os voy a enseñar frases que escuchaba yo aquellos días:“Estudias ADE y te gusta el arte, ¿qué raro no?”, “¿no estás echando currículums para las big four?”, “crear tu propio negocio se hace cuando tengas más experiencia en la vida”, “lo importante es la ciencia, debemos descubrir cómo vivir en Marte” (mi padre) o “los de ADE no tienen alma” (mi hermano, ingeniero).

No tenía nada claro qué quería hacer. Los caminos convencionales no me atraían. Hacía el trabajo fin de grado pensando que al menos tenía la oportunidad de explorar lo que me gustaba aunque fuera de manera teórica y que, tal vez, sólo tal vez, algo más podía surgir (tengo mucha imaginación).

Mandé muchísimos correos intentando contactar con personas del sector del arte, conseguí alguna entrevista, pero la mayoría nunca fueron contestados. En mayo, con la parte escrita del trabajo ya entregada, me llegó información de LetArt, una de las múltiples empresas que analizaba virtualmente sobre un evento de startups del mundo del arte al que no podía ir porque estaba fuera.

Me molestaba no poder apoyar este tipo de iniciativas con mi presencia, así que envíe un correo mostrando mi apoyo e interés al evento. ¿Cuál fue la sorpresa? ¡Me respondieron!

Ahora soy cofundadora y CFO (aunque todos hacemos de todo) de LetArt: una plataforma de venta de arte que centraliza la producción artística de Madrid y organiza encuentros privados entre artistas y compradores. Buscamos conciliar arte y tecnología y ser la entrada al mundo del arte para muchas personas.

¿Soy muy joven? Sí. ¿Sé algo sobre emprendimiento? Hice una asignatura. ¿Sé algo sobre arte? Me lleva apasionando toda la vida. Pero qué es lo más importante: surgió la oportunidad, la acepté y lucho por ella todos los días.

Lo que quiero decir con esto y espero haber compartido con esta historia es que no hay ningún problema si no sabes qué hacer, si no estás haciendo las cosas en el orden que la gente dice que es el adecuado. Lo importante es ser creativo buscando lo que quieres y seguir siéndolo para conseguirlo.

Las historias de mis compañeros de equipo, Virginia Lallana, Álvaro Almería y Pedro Iglesias, se merecerían también otro artículo. Ninguno hicimos un camino para ser emprendedores, aunque sentíamos e hicimos muchas cosas que antes o después nos iban a llevar a serlo.

Juntos somos protagonistas de miles de intentos de crear estas historias. De hecho, si os registráis en letart.es veréis, que a través del correo, queremos que tengáis la primera experiencia con nosotros.

“Si no sabes que es imposible, es más fácil de hacer”

Neil Gaiman, discurso de graduación en la Universidad de las Artes, año 2012

Claudia González Fernández

CFO y cofundadora de LetArt. Desarrollando su startup en el HUB Emprende de la Universidad Europea