Cuando en la tarde del pasado 10 de marzo notificaron que todos los centros educativos de la Comunidad de Madrid cerraban, muchos nos dimos realmente cuenta de que esto iba más en serio de lo que nos hubiéramos imaginado. Tengo la gran suerte de vivir en una casa en la que mi marido y yo podemos teletrabajar cómodamente, con una amplia terraza en la que nuestras hijas, de cuatro y seis años, pueden liberarse de la sensación de estar encerradas. Estas circunstancias nos están permitiendo llevar el confinamiento con una relativa normalidad.

Con los deberes, confieso que hemos tirado la toalla. No tenemos impresora, y nos hemos negado a copiar a mano los 20 folios semanales que nos mandan desde el colegio. Los profesores nos han transmitido un mensaje de tranquilidad: las niñas tienen largos años por delante y todo se aprenderá. Por nuestra parte, les damos un 10 por haberse comportado tan bien durante la cuarentena y por haber aprendido pequeñas cosas cotidianas de gran valor para nosotros.

Es cierto que teletrabajar con ellas al lado no siempre es fácil. Mi marido y yo nos turnamos para atender las innumerables videollamadas profesionales que ambos tenemos cada día, eso sí, con interrupciones permanentes…

Pero el hecho de trabajar en Lingokids es también una gran suerte. Siempre he valorado la flexibilidad que ofrece a sus empleados, pero ahora, aún más. Y que el fundador de la empresa nos envíe un mail para decirnos que entiende que no podamos ser tan productivos, por tener que atender a nuestras familias y lidiar con esta situación compleja, me hace sentirme orgullosa de formar parte de este equipo.

Un equipo que, además, está mostrando una gran solidaridad. Desde el minuto uno hemos sido conscientes de que contábamos con una herramienta con la que podíamos ayudar en este periodo de confinamiento, por lo que hemos ofrecido de forma gratuita los contenidos en inglés para niños de nuestra app a través de diversos canales, con el fin de aportar valor al mayor número de personas posible, como complemento educativo y también como tiempo de entretenimiento de calidad.

En estas semanas hemos contactado con colegios para ofrecerles códigos gratuitos para todos sus alumnos. Hemos cedido nuestros vídeos a la plataforma Educlan de RTVE. Estamos colaborando con ONG y fundaciones para que ningún niño se quede atrás y puedan seguir avanzando en sus conocimientos del inglés. Hemos firmado alianzas con compañías como Huawei, MásMóvil o Cuétara para ofrecer códigos gratuitos a sus clientes, así como a otras empresas para sus propios empleados.

Gracias a todas estas acciones, en las últimas seis semanas, nuestra app ha captado unos 100.000 nuevos usuarios (en total son ya en torno a 500.000 en España), y aunque esto no nos está generando ingresos sí está incrementando enormemente nuestro trabajo. Es probable que parte de esos usuarios, si hemos sido capaces de conquistarles con nuestros contenidos de calidad, quieran seguir con nosotros una vez esto termine, pero también somos conscientes de que se avecina una recesión global y tenemos que ser cautos.

Lo peor de lo que está por venir es la incertidumbre, no poder dar nada por supuesto. Pero el ingenio, el instinto de supervivencia, el talento y el esfuerzo nos ayudarán a buscar en la crisis la oportunidad. Sabemos que esta situación es temporal, y tenemos que prepararnos para tratar de aprovechar de la mejor manera posible nuestro momento; el de ahora y el de la nueva normalidad que venga después. Ganas no nos van a faltar. Podremos con ello.

Dorothee Monschau

Gerente de contenidos para padres de Lingokids