“El espacio de trabajo influye directamente en el comportamiento y las emociones de las personas que desarrollan cualquier actividad”. Esta es la opinión de Sandra Brenes y Silvia Rivela, fundadoras de DoWe.

Exdeportista de gimnasia rítmica, diseñadora de interiores de formación y docente de vocación, Sandra Brenes ha dado clase en diferentes escuelas de diseño y lleva 10 años trabajando con los departamentos de Recursos Humanos para crear los espacios de trabajo de grandes empresas o “corporativos” como Santander, ONO o Vodafone. Por su parte, Silvia Rivela es arquitecta de formación, con un ciclo en bellas artes y socióloga de vocación. Ha vivido y trabajado en varios países y su experiencia profesional procede principalmente del mundo de las startups y el coworking, por lo que conoce de primera mano el funcionamiento de éstas.

Sandra y Silvia se conocieron en un máster de diseño estratégico de espacios en el IE y decidieron aunar conocimientos de ambos sectores y montar DoWe para “revolucionar la forma en la que se diseñan los espacios de trabajo en España”.

¿Cómo se definirían profesionalmente?

Do-We-8Sandra Brenes: Silvia es una de las persona más extrovertidas que conozco, tiene una curiosidad incansable por entender el porqué de las cosas. Le apasiona profundizar en las relaciones humanas, observar y analizar sus comportamientos. Diría que una de sus mayores virtudes es conectar cosas aparentemente inconexas, aportándoles una nueva naturaleza. Como arquitecta tiene una visión espacial y de las proporciones excepcional, lo que hace que los espacios respiren armonía, por muy arriesgado que sea el diseño que planteemos.

Silvia Rivela: Sandra es muy muy tranquila. Tiene un talento natural para todo lo relacionado con lo organizativo y lo matemático, si hay que conseguir encajar algo sobre fechas ajustadas o presupuestos imposibles, es SIN DUDA la persona. Además, una de sus pasiones es la investigación, descubrir el porqué de las cosas y continuar siempre aprendiendo sobre diseño, comportamiento, productividad, etc. Si por ella fuera se pasaría el día leyendo artículos con su taza de café en la mano. Siempre le digo que es una pequeña gran enciclopedia.

DoWe, ¿cuál es su filosofía y cómo surge la idea?

Sandra: Durante el máster que cursamos juntas, en una de sus etapas en Londres, tuvimos la suerte de aprender y trabajar con diseñadores, sociólogos, antropólogos y personas de muchas otras disciplinas que nos enseñaron que existía otra forma de diseñar que no era la común, teniendo en cuenta muchas perspectivas diferentes y trabajando directamente con quienes iban a utilizar ese espacio, no solo preguntándoles qué es lo que necesitaban, sino también haciéndoles participes del propio proceso de diseño con talleres de cocreación, gamificaciones, etc. Nos enamoró tanto esta forma de trabajar que, cuando terminamos, ya no entendíamos la forma tradicional, y para nosotras se hizo evidente que ese era el camino natural de diseñar, y que si no lo hacían el resto pues no pasa nada, que ya lo haríamos nosotras. Así nació DoWe, fruto de la necesidad de dos personas que buscan utilizar el diseño para ayudar a otras personas, facilitándoles crear proyectos funcionales y con alma.

DoWe se basa en el concepto de arquitectura emocional, ¿en qué consiste?

Deliveroo 1Silvia: El término de Arquitectura Emocional nos lo regaló uno de nuestros clientes cuando vio el trabajo que realizamos para crear su nueva oficina. Nos dijo literalmente, “vosotras lo que hacéis es Arquitectura Emocional”. Esto, nos pareció una definición perfecta, así que nos la hemos guardado (gracias Xabier).

La Arquitectura Emocional busca volcar en el espacio la personalidad de las organizaciones que la habitan, expresando algo que va más allá de los procesos funcionales que organizan su día a día. Busca expresar su motivación, sueños, sus retos y sus rituales… para, de esta forma, inspirar a sus trabajadores a dar lo mejor de sí mismos, a comprometerse y a disfrutar con lo que hacen. Busca también contar a los clientes de forma transparente que estas empresas tienen detrás a un grupo de personas con una misión y una visión en las que se puede confiar.

¿Y la metodología del Transformative Design?

Sandra: Transformative Design es la metodología de trabajo que hemos desarrollado en DoWe, nos permite conocer en profundidad tanto la parte funcional de las organizaciones, como la parte emocional, para así ser capaces de crear un entorno de trabajo 100% optimizado, funcional e inspirador, con el que el cliente se sienta identificado. Para ello, en tres fases distintas del proyecto, estudiamos y trabajamos con los cuatro agentes principales que configuran el contexto físico de una organización: el espacio en el que se van a instalar, las tecnologías que utilizan, sus propios procesos internos y, finalmente, lo más importante, la comunidad o las personas que la habitan junto con sus rituales. Como decía antes, ponemos mucho énfasis en este último punto, de ahí el término arquitectas emocionales, porque al final conocer a una empresa es como conocer a una persona, que nace, crece y se desarrolla bajo unos valores, una visión y una misión, y es esto lo que necesitamos entender en profundidad para transmitirlo al espacio como una realidad tangible.

¿Qué cualidades debe reunir un espacio inspirador?

Sandra: Un espacio inspirador debe conectar con la parte más emocional de las personas, por eso es muy importante para nosotras conocer cuáles has sido los momentos claves de las organizaciones con las que trabajamos, sus logros y los retos que tienen por delante. Usamos esta información para plantear diseños que les recuerde quiénes eran, quiénes son y en quiénes se quieren convertir, para no perder de vista el porqué están ahí.

Un espacio inspirador nunca te deja indiferente. Conseguir esto con un entorno en el que vas a trabajar muchas horas al día no es sencillo, por eso preferimos plantear diseños atemporales que huyan de las modas estéticas, en cierto modo “inacabados” y que puedan ser  customizados o conquistados por los usuarios con el tiempo, que respiren a hogar y tengan conexiones con la naturaleza. Normalmente nuestros espacios siempre contienen una gran diversidad de soluciones espaciales para adaptarse a las necesidades de las diferentes personas que los ocuparán, pensando en resolver sus distintos estados de ánimo a lo largo del día y, por último, y súper importante, sobre todo planteamos espacios intuitivos, que inviten a los usuarios a utilizarlos y adaptarlos a sus necesidades.

Desarrollan su trabajo en espacios de trabajo. ¿Se han planteado impulsarlo a otros espacios?

Silvia: Sí. Ya hemos probado esta misma metodología aplicada al diseño de entornos de aprendizaje y de viviendas unifamiliares, y los resultados han sido muy buenos. Sin embargo, el mundo del trabajo evoluciona cada día, y queremos mantener el foco en esta área. Nuestra meta es abordar cada proyecto de oficinas de manera holística, realizando propuestas no solo para el espacio, sino también para para mejorar la felicidad de los trabajadores y su bienestar,  ayudando a crear una cultura de la empresa y el trabajo más fuerte y más sostenible. Aunque si os podemos contar un secreto a voces, nuestro sueño es que de aquí a cinco años, petarlo, y comenzar a trabajar a fondo para transformar también los entornos para la educación.

¿Qué principios tienen como base a la hora de enfocar un proyecto de diseño de interiores?

Sandra: Para nosotras el diseño es una herramienta estratégica al servicio de las organizaciones, que tiene la potencialidad de modificar el comportamiento humano, favoreciendo, por ejemplo, el bienestar de las personas. Ya ha sido demostrado por múltiples estudios que el grado de bienestar que experimenta un usuario en su entorno de trabajo, está directamente relacionado con su grado de compromiso hacia su organización. Alguna de las claDeliveroo 3ves para conseguir esto sería ofrecer al usuario distintas tipologías de espacios que respondan a las múltiples necesidades que puede tener a lo largo de una jornada laboral, de una semana, de un mes, etc. Hay que tener en cuenta que hablamos de distintos perfiles de trabajador, personas que realizan tareas más técnicas o más creativas, con distintos grados de movilidad, personas que están todo el día sentandas, otras que se mueven de un lado para otro de reunión en reunión, otras con un perfil más comercial que apenas pasan tiempo en la oficina, etc. También sabemos que hay personas más introvertidas y otras más extrovertidas, y que cada una de ellas será más productiva trabajando en un entorno distinto. Para dar respuesta a todas estas necesidades, en cada proyecto planteamos una amplia diversidad de soluciones espaciales que le den respuesta: espacios más abiertos, más privados, más formales, más informales, que favorezcan la concentración o la colaboración, entre otros.

¿A qué tipo de problemas u obstáculos se enfrentan?

Silvia: Unos de los problemas más frecuentes al que nos enfrentamos cuando comenzamos a trabajar con una organización es el miedo al cambio. Un nuevo modelo de espacios tiene implicaciones más allá de lo puramente físico. Somos animales de costumbres y, como tales, tenemos miedo al cambio, no nos gusta y nos cuesta adaptarnos a las nuevas dinámicas. Por eso, nosotras apostamos siempre por la cocreación, uno acepta mucho más fácilmente algo cuando ha sido partícipe de su creación.

Por otro lado, muchas empresas se encuentran que tienen un problema grave de identidad. En el camino han perdido la ilusión, el rumbo o el foco. Nosotras trabajamos transmitiendo los valores de la empresa al espacio y, a veces, no es tan sencillo identificarlos, por lo que si no lo tienen claro, les acompañamos en la búsqueda y les ayudamos a recordar su misión y visión, su meta, o a encontrar una nueva.

En el aspecto físico y más puramente funcional, el principal problema que tienen las oficinas hoy día es que todas han sido diseñadas siguiendo un modelo estándar ineficiente: el Open Space. Un espacio único, abierto, que fomenta la falta de privacidad, en donde no puedes concentrarte por el ruido y donde no se favorece la comunicación de los equipos. En el plano físico y emocional, también es común ver que se confunda el bienestar de una persona con la ergonomia, pensando que con tener una silla con respaldo y ruedas ya es suficiente. Hoy día, cuando se habla de bienestar, hablamos de nutrición, de descanso, gestión del estrés y todas aquellas herramientas que nos ayudan a estar BIEN. En lo que se refiere a la estética, es bastante común encontrar espacios tremendamente aburridos, asépticos y que cuando entras no transmiten nada a quien los visita, en donde no se ve reflejada la empresa, su carácter, qué es lo que hacen, su misión o sus valores.

¿Hasta dónde llega el alcance del diseño de interiores: afecta a la eficiencia energética, domótica…?

Sandra: Para nosotras lo que hacemos no es diseño de interiores, y si lo es, podríamos llamarlo “diseño de interiores v. 3.0” porque nuestro alcance va hasta dónde el cliente quiera dejarnos llegar y trabajar con él estudiando propuestas para espacio, tecnología y las personas. Según nuestro planteamiento holístico, primero trabajamos modificando el espacio y las cualidad del mismo (eficiencia energética, domóticDeliveroo 2a, etc.) y para esto también realizamos propuestas en referencia a los sistemas tecnológicos que se van a utilizar en la oficina (sistemas de reservas, comunicaciones, posibles implantaciones de apps o IA) y, por último, de la mano de recursos humanos, ayudarles a plantear estrategias que mejoren el bienestar de las personas de la empresa.

¿Cuáles han sido sus principales proyectos o aquellos de los que están más satisfechas?

Silvia: Todos los proyectos han sido especiales para nosotras, ya que cada uno de ellos nos ha permitido abordar aspectos diferentes del diseño y de la transformación cultural, pero, sobre todo, trabajar con personas maravillosas implicadas con sus organizaciones y que realmente disfrutan con lo que hacen.

Sandra: Hemos trabajado con empresas de distinta naturaleza: startups como Deliveroo, Spotahome o Citibox, pymes como Viko o Labortech y corporativos como PharmaMar o Seat entre otros. Empresas provenientes del sector farmaceútico, tecnológico o del sector servicios. También hemos ayudado a innovar en el planteamiento de modelos de coworking y en el diseño de sus espacios, como ha sido el caso del proyecto de Workingshare en Suiza, o actualmente el caso de GlueWork, que inaugurará próximamente su primer edificio de espacio de coworking aquí en Madrid.

¿Tienen libertad geográfica a la hora de realizar sus diseños?

Sandra: Gracias a la tecnología, hoy en día es posible desarrollar las primeras fases de proyecto a distancia, disponemos de herramientas que nos permiten trabajar de forma online para definir las necesidades y prioridades de la intervención.

También contamos con partners en distintas ciudades de España, Europa y Sudamérica, que nos están permitiendo posicionarnos como una alternative real en el mercado para empresas que demanden sus servicios en Portugal, Inglaterra, Francia, Suiza y recientemente en México.

¿Cómo se desarrolla la relación con el cliente?

Silvia: Para nosotras, es fundamental construir una relación de transparencia y confianza con el cliente, que debe funcionar en ambas direcciones. Desde el inicio del proyecto necesitamos conocer aspectos claves tanto a nivel operativo, como pueden ser los tiempos y presupuesto del que disponemos, como a nivel estratégico, definiendo los retos a los que se enfrenta el negocio, las previsiones de crecimiento o las reorganizaciones departamentales. Contar con esta información es el único camino que nos asegura poder ofrecer soluciones optimizadas, viables y que se adapten a las necesidades y expectativas reales de nuestros clientes.

Además, consideramos fundamental crear un clima de cercanía con el equipo de trabajo. Somos conscientes de que nuestro papel es de meros facilitadores que permitan materializar los objetivos que nos hemos planteado al inicio del proyecto.

¿Qué les ha llevado a emprender?

Sandra: Por mi parte, después de haber trabajado varios años en el mundo corporativo y de haber tenido la oportunidad de estudiar con las personas más relevantes en este momento en el panorama internacional dentro del mundo del workplace. Me emocionaba pensar en la idea de poder crear mi propio proyecto para compartir este conocimiento y experiencia con todas las personas que creen que es posible vivir haciendo lo que te gusta y que el trabajo puede ser algo divertido. Quizás por eso nuestro lema sea “entornos de trabajo para personas que aman lo que hacen”.

Silvia: En mi caso, ha sido una grata sorpresa descubrir que llevo el gen emprendedor, porque inicialmente no entraba en mis planes serlo. Sí que es cierto que desde mi incorporación al mercado laboral siempre fui muy inconformista y, desde el principio, me ha costado encontrar proyectos a los que unirme y que me motivasen de forma continuada, ya que de algunos no me terminaba de convencer la filosofía, de otros la metodología, o los servicios que ofertaban. El caso es que emprender se convirtió en camino natural a seguir porque se juntaron diferentes factores muy importantes: un mercado real para el servicio, y el encontrar a la compañera de viaje complementaria igual de chalada que yo y, sobretodo, con las mismas ganas de cambiar el sistema y hacer que el diseño sea una herramienta para ayudar de verdad a las personas en nuestro día a día. ¿Tú dirías que no a esto? Habría que estar loco para no hacerlo.

¿Próximos objetivos?

Silvia: El primero sería consolidarnos como un referente en el mundo del workplace y continuar desarrollando diferentes productos que se adaptan a las necesidades y expectativas de los diversos tipos de organizaciones. Por supuesto, continuar con la aventura internacional. Y sobre todo, abordar cada vez más el aspecto cultural dentro de nuestros proyectos, integrando estrategias y herramientas que nos permitan ayudar a nuestros clientes a enfrentar el profundo y duradero cambio cultural que el mercado requiere, para adaptarse a las nuevas formas de trabajo que la globalización, la tecnología y la incursión en el mundo laboral de las nuevas generaciones a traído consigo. Por supuesto, sin perder de vista lo realmente importante y detonante del proyecto en sí, el contribuir a la bienestar de las personas, lo que siempre ha sido y creemos que continuará siendo nuestra principal motivación.

María Cano Rico