Los miembros de la generación Z presentan nuevas inquietudes, una visión del mundo diferente y una manera de relacionarse completamente distinta a la de sus antecesores. Estos jóvenes, nacidos entre 1994 y 2009, conforman un grupo de población de casi ocho millones de personas en España y más de 2.000 millones en todo el mundo. Su manera de entender las empresas y las marcas ha cambiado por completo y surgen muchos interrogantes sobre su impacto en la sociedad. Por eso, decidí aventurarme a escribir junto a Iñaki Ortega, director de Deusto Business School, el libro Generación Z. Todo lo que necesitas saber sobre los jóvenes que han dejado viejos a los millennials.

Los primeros jóvenes en separarse de los patrones que caracterizaban a los millennials, tienen el mayor acceso a la información de la historia, pero no necesariamente son la generación mejor informada. Dominan las redes sociales, manejan con facilidad varias pantallas simultáneamente y navegan a diario por plataformas y aplicaciones online. Son la primera generación 100% digital y utilizan la tecnología en toda relación social, laboral o cultural. Además de digitales, los Z se caracterizan por ser emprendedores, comprometidos, marquistas e inconformistas.

No quieren tener jefes: prefieren ser emprendedores o trabajar por su cuenta, como colaboradores freelance para una o varias compañías. Buscan líderes inspiradores, proyectos motivadores en los que puedan innovar y optimizar sus capacidades. Para comprender mejor los cambios que ha traído esta generación, decimos que los Z están marcados por las cuatro Íes y las cuatro Ces: inmediatez y cortoplacismo, innovación y creatividad, irreverencia y colaboración e inquietud y cambio.

Los jóvenes Z viven en un mundo donde todo es rápido y cualquiera tienen la posibilidad de crear, modificar y transmitir la información a través de distintos medios digitales para llegar a cualquier rincón del planeta. El volumen de información de esta generación es tan grande que se convierten en grandes creadores de contenidos. Apoyan la comunicación participativa en la que los consumidores intervienen activamente a través de los perfiles sociales de las marcas.

En un momento en el que estos jóvenes Z comienzan a abandonar las aulas y se incorporan al mercado laboral, las empresas se enfrentan al gran reto de atraer y retener al talento Z, prepararse para afrontar la transición de la era digital y lograr incorporar a esta generación, que mezcla ocio y trabajo. Si tuviera que dar un consejo a las empresas sería este: “Pongan un Z en su vida y pónganlo ¡ya!”.

Para las organizaciones, administrar el talento Z implica avanzar hacia la gestión transversal de sus colaboradores ya que en la actualidad en una misma compañía pueden llegar a convivir hasta cuatro generaciones: baby boomers, generación X, millennials y Z. Las empresas deben ser capaces de aprovechar todo el potencial de esta generación queda por desaparecido el concepto de trabajo fijo y ve con normalidad el hecho de cambiar de empleo.

Para conectar con estos jóvenes es esencial la comunicación, abrir canales permanentes de escucha e interacción. La cercanía, el compromiso y la comunión de intereses son las vías más efectivas para relacionarnos con los miembros de la generación Z, que se mueven por otros parámetros, son autodidactas e irreverentes y abanderan nuevos valores sociales.

Núria Vilanova

Presidenta y fundadora de Atrevia