A veces me pregunto, ¿cuántas de las personas que estén naciendo ahora mismo podrán llegar a hacer cosas verdaderamente importantes y relevantes en la vida? La respuesta es todas. Y de estas personas, ¿cuántas serán mujeres? Y la respuesta, vuelve a ser la misma: todas.

Cuando hablamos de cosas verdaderamente importantes, la medida de la grandeza no es la fama ni el éxito, sino la de la propia superación por conseguir las metas que una persona se marca. O la de tener el valor de cambiar de metas a lo largo de la vida, cosa que, aunque para muchos sea un acto de cobardía, es en realidad uno de los mayores actos de valentía social.

Por eso, volviendo a la pregunta inicial, de todas las mujeres que lograrán cosas realmente importantes, la respuesta es 11143570_1037683846266028_5672345148902572413_ntodas. Algunas serán más notorias que otras y es muy probable que tengan que luchar más por demostrar lo que valen, pero la capacidad reside en todas y cada una de ellas. Y a pesar de que todavía quede un largo camino en el reconocimiento de la mujer como generadora del cambio social, afortunadamente, cada vez más, su posición se hace más visible y relevante. Durante muchos años, su figura ha permanecido en la sombra en muchos acontecimientos clave que han marcado hitos sociales a nivel mundial. Pero gracias a las conquistas que día a día -con grandes y pequeños actos-, se han ido logrando, el papel de la mujer coge más peso como impulsora de la transformación social a diferentes niveles. Todavía queda un largo recorrido, pero tal vez esa situación y nuestra capacidad de convertirlo en una oportunidad es la buena noticia.

Y como decía, esto no va solo de grandes cambios. Ningún gran cambio global llega así a lo grande, de la nada. No. Esto va del día a día. De esa madre que se enfrenta a un cáncer y se pone como reto vencerlo sí o sí. De aquella mujer que lucha por hacer compatible su vida como madre y como trabajadora, o de esa señora jubilada que, a sus casi 70 años, decide que es buen momento para aprender inglés, porque nunca antes tuvo su oportunidad.

261WomensMarathon Llegada Podium tres primeras 1En 1967, Kathrine Switzer decidió echar un pulso a los estamentos deportivos de la maratón de Boston y conseguir un dorsal (el 261) en una prueba destinada exclusivamente a hombres. Así, a pesar de la resistencia de los directores, se convirtió en la primera mujer en completar un maratón de forma oficial. Sí, esto es lo que podemos llamar un gran hito. Y gracias a ese gran hito surgió 261wm. Una carrera de 10 kilómetros para la superación tanto en hombres como mujeres que pretende inspirar, motivar y fomentar el papel de la mujer como impulsora del cambio social con el deporte como vehículo de transmisión. Porque 261wm no es solo una carrera, sino un movimiento que se centra en remarcar esos pequeños grandes hitos diarios de miles de mujeres que luchan por lograr sus retos y desafíos.

Por eso, Skechers se ha sumado al camino de la 261wm. Para sumar esfuerzos en dar voz a esas miles de mujeres que día a día logran grandes hitos, por pequeños que parezcan. Un camino que acaba de comenzar con la primera edición madrileña de la 261wm en octubre de 2017 y que se completa con las diferentes quedadas deportivas que se suceden más allá del día de la carrera, así como en la comunidad que se está generando gracias a las ventajas de la conectividad y globalidad que ofrecen los medios sociales. Porque ya se sabe: “camina solo y llegarás rápido, camina acompañado y llegarás más lejos”.

 Helena Ballestero

Digital Marketing Coordinator Skechers España