hands-600497_640Sólo triunfa en el mundo quien se levanta, busca las circunstancias y las crea si no las encuentra” (George Bernard Shaw)

Siempre se ha dicho que querer es poder, y creo que la palabra importante en esa frase es querer hacer algo, tomar la iniciativa. Justo eso fue lo que pensé cuando, “buceando” por la red, encontré una noticia en el diario Abc sobre dos chicas indias.

Saumya Pandya Thakkar y Shakuntala Pandya son dos mujeres que, cansadas de la dificultad para cruzar la calle, han diseñado un paso de cebra que mediante ilusiones ópticas trata de acabar con el problema. De esta forma, los conductores creen que el paso se encuentra elevado y se ven obligados a reducir la velocidad.

¿Curioso, verdad? Sólo tuvieron que querer cambiar sus circunstancias para poder hacer algo. Pero no han sido las únicas.

Albert Manero es un estudiante universitario que construye brazos biónicos en 3D de bajo costo y los dona a niños alrededor del mundo, como parte de la iniciativa Collective Project. Gracias a su tenacidad, consiguió que el actor Robert Downey Jr., conocido por su papel en la saga ‘Iron Man’ y ‘Los Vengadores’, sorprendiera a Alex, un chico de apenas 8 años que nació con una extremidad poco desarrollada, regalándole un brazo robótico.

Inma-Sánchez-opinión-768x1024Y seguimos. Hace poco tuve la oportunidad de ver la película ‘Diarios de la calle’, protagonizada por Hilary Swank. Debo decir que me enganchó, y más cuando supe que estaba basada en una historia real, la de la profesora Erin Gruwell, que cuando se dio cuenta de que sus alumnos no conocían lo que era el Holocausto, cambió el foco del curso hacia la tolerancia, comprándoles varios libros con su propio dinero, llevándoles a ver ‘La lista de Schindler’ e invitando a supervivientes reales del Holocausto a su clase para dar charlas.

Inspirados por sus lecturas y viajes de campo, sus estudiantes empezaron a mantener diarios en los cuales escribían sobre sus experiencias y batallas diarias e, inspirados por las historias que leyeron, se llamaron a sí mismos ‘Los Escritores de la Libertad’. Las anotaciones de sus diarios y algunas de sus experiencias fueron reunidas en el libro ‘El Diario de Los Escritores de la Libertad: Cómo una profesora y 150 adolescentes utilizaron la escritura para cambiarse a sí mismos y al mundo a su alrededor’.

Por último, quiero volver de nuevo a la India para hablar de Abdul Malik. Él es un profesor indio que todos los días, repito, todos los días, cruza a nado un río para poder dar clases a sus alumnos. El motivo es que no dispone de vehículo propio y si cogiera el transporte público tardaría al menos tres horas en llegar, mientras que, con este método, reduce sustancialmente el tiempo en que tarda en llegar.

Sé que me quedan muchas, muchísimas historias que contar, que descubrir y con las que poder soñar. Porque son esas historias las que hacen creer que el ser humano es capaz de cualquier cosa que se proponga. Prometo volver con más.

Inma Sánchez