En octubre de 2009, la asamblea de la Unión Africana proclamó la Década de las Mujeres (2010-2020), cuyos objetivos están vinculados a las 13 áreas críticas de la Plataforma de Acción de Beijing, los 8 Objetivos de Desarrollo del Milenio y el programa de la International Conference for Population and Development (ICPD), entre otros compromisos regionales.
Y es que, según ONU Mujeres, “a pesar de que las mujeres son fuente de vitalidad económica por toda África, la discriminación limita las oportunidades que tienen a su alcance”.
España quiere aportar su grano de arena a esta causa y solo en el último mes son varias las iniciativas que se han llevado a cabo desde nuestro país. Así, por ejemplo, imágenes de una madre maliense con su pequeño en brazos, una mujer que viene de recoger agua de un pozo o una niña refugiada han sustituido a la emblemática mujer andaluza en 200.00 botellas de aceite Carbonell dentro de una campaña que han llevando a cabo con Acción contra el hambre.
¿El objetivo? “Transformar la emblemática mujer andaluza en símbolo de solidaridad durante unos días en otras mujeres del mundo que luchan contra el hambre a diario”, explicaba Carmen Gayo, directora de Comunicación y Fundraising de Acción contra el Hambre.
Y es que, aunque las mujeres producen el 43% de los alimentos en el mundo tienen un acceso muy limitado a la tierra, el crédito, los fertilizantes y otros recursos. Se estima que con un acceso garantizado de la mujer a estos recursos se podrían reducir entre 100 y 150 millones de personas menos en inseguridad alimentaria.
Ferrovial organizó a finales de junio la jornada ‘Agua y Saneamiento en África. Claves para el progreso de la mujer’ en la que presentaron ejemplos de cómo la consecución del Objetivo de Desarrollo Sostenible 6, para garantizar la disponibilidad de agua y su gestión sostenible y el saneamiento para todos, facilita el cumplimiento del ODS 5, el de igualdad de género.
En esta línea, Unicef recuerda que para lograr un cambio duradero en África “es necesario priorizar a las mujeres, el agua y la higiene. Sin embargo, los planes nacionales de agua y saneamiento continúan dejando a un lado a las mujeres”.
Por su parte, la Fundación Mujeres por África ha presentado en España el proyecto Phare Nador, un espacio consagrado a la formación y al conocimiento de y sobre las mujeres que abrirá sus puertas en los primeros meses de 2019 en esa ciudad de la Región Oriental de Marruecos.
Se trata de un proyecto de carácter hispano-marroquí que quiere convertirse en un eje de conocimiento, formación, cultura y creación de oportunidades que responda a las necesidades de las mujeres y de las sociedades africanas en general y marroquíes en particular y, especialmente, de la ciudad de Nador y la región Oriental. También ser un nodo de liderazgo, reflexión y encuentro para las mujeres de Marruecos y de toda África.
O el proyecto Defers de Plan International España -del que nos habla en esta edición su directora, Concha López-, que pretende conseguir que más de 10.000 mujeres en Senegal, Mali y Níger consigan tener independencia económica, de manera que puedan impulsar su desarrollo personal y el de sus comunidades.
Hace casi un año, escribí en paginasdemujeremprendedora.net un artículo que llevaba por título ‘Por qué África’ sobre un programa de intercambio formativo entre 30 mujeres emprendedoras de Fuerteventura y de Senegal, en el que reconocía que mujer y emprendedora no era de las primeras ideas que se me venían a la cabeza. Hoy día, tengo que reconocer que me sigue costando enlazar ambos conceptos y entono el ‘mea culpa’. Por eso espero que estas y otras iniciativas nos ayuden a ser conscientes de dos cosas. La primera, reconocer el papel que la mujer tienen en el DESARROLLO (sí, con mayúsculas) de África, y la segunda, ver que España también puede, y debe, ayudar.
Inma Sánchez
Periodista