Estamos ya inmersos en lo que se ha llamado la Revolución 4.0, una transformación digital de prácticamente todo nuestro entorno y de los perfiles profesionales tal y como los conocíamos hasta ahora. Este nuevo entorno digital nos permite reinventar nuestra forma de trabajar y desarrollar las habilidades sociales y emocionales necesarias para los nuevos perfiles profesionales que requiere esta nueva era digital.

Así, ahora, lejos de pensar que se van a perder puestos de trabajo debido a la automatización, vivimos una gran oportunidad para potenciar fortalezas de nuestra personalidad que nos hacen únicos y nos permiten adaptarnos a los cambios digitales y tecnológicos constantes de las nuevas profesiones y perfiles actuales.

Aceptar y Adaptarnos

Aceptar que ya estamos en una nueva era digital es básico para aprender a mostrar y potenciar aptitudes de nuestra personalidad que hasta ahora no eran relevantes y que nadie en una entrevista o reunión de trabajo nos preguntaba ni valoraba. Ahora podemos desarrollar nuestra identidad profesional y potenciar aquellas aptitudes personales que van más allá de los tradicionales títulos y curriculums ya casi obsoletos.

Quejarnos por los cambios que provoca la innovación digital en nuestra forma de trabajar y de vivir no sirve para nada, lo importante es aceptar y aprender a adaptarnos lo más rápido posible, y que esa capacidad de adaptación se convierta en una fortaleza de nuestra identidad profesional. Es el momento de las llamadas habilidades “soft”, o habilidades blandas, que cada vez son más necesarias y demandadas en los nuevos puestos de trabajadores freelance que las empresas necesitan.

Grandes retos, grandes oportunidades

La era digital ha traído consigo grandes retos, pero también grandes oportunidades para profesionales y empresas. Ahora, tenemos la capacidad de gestionar nuestra propia identidad profesional o reinventarnos.

No debemos tener miedo a que los robots y la automatización de procesos nos quiten nuestro trabajo, sino que tenemos que verlo como una oportunidad para desarrollar parte del potencial de nuestra personalidad y de nuestra inteligencia emocional. Estas aptitudes las pondremos al servicio de los nuevos puestos de trabajo que se están creando gracias a las necesidades de esta nueva revolución digital.

En la era de los robots y la automatización de procesos, las aptitudes estrictamente humanas serán las que nos hagan adaptarnos y poner en valor lo que aportamos con la autenticidad y originalidad de nuestros pensamientos individuales.

¿Qué son las habilidades “soft”?

Las habilidades “soft” o “blandas” son las que hacen referencia a capacidades más interpersonales y que cada uno tiene de forma natural o que hemos ido adquiriendo a lo largo de nuestra vida a través de procesos de desarrollo personal.

La nueva era digital nos permite gestionar nuestra propia identidad profesional y está dando especial importancia a estas habilidades blandas de cada profesional, que no son otra cosa que esas capacidades personales que nos ayudan a trabajar en un entorno de constantes cambios e incertidumbres y que cada vez son más valoradas por las empresas.

Estas son algunas de las más relevantes y apreciadas para nuestro futuro profesional y que debemos prestarles una especial atención en potenciarlas:

  1. Aprendizaje constante: La tecnología provoca cambios en el mercado y en los consumidores que nos obligan a mantenernos al día de las novedades y usos de todo nuestro entorno de trabajo. Tener la capacidad de aprender y actualizarnos nos permite incorporar nuevas y mejores herramientas para llevar a cabo nuestro trabajo y, mejorar así, nuestra reputación como profesionales.
  2. Tolerancia al error. Probar, ensayar y observar qué funciona y qué no sin duda es una de las habilidades que mas debemos trabajar. Según crecemos nos permitimos menos equivocarnos y entramos más fácil en la frustración. Aprender de nuestros errores ahora es básico para afrontar los cambios.
  3. Autenticidad. En un mercado híper saturado de información, las personas nos recordarán por nuestra forma de explicarnos, de compartir, de ser. Toma especial importancia nuestra forma de hacer, más que lo que haces.
  4. Conectar desde la empatía. Es importante comprender que nuestra audiencia es como nosotras hace un tiempo, antes de saber lo sabemos. Por eso, es importante que conectemos desde el entusiasmo que nos mueve a nosotras y a ellos, desde nuestro deseo auténtico de ayudar y no desde el miedo a que no nos elijan o que no nos valoren.
  5. Creatividad. No se trata de hacer todo de forma original o inventar algo super novedoso, se trata más de aportar un punto de vista distinto, original, nuestra propia forma de ver la vida plasmada en nuestro trabajo, esa que refleja nuestras pasiones y que traspasa las pantallas.

Ahora que ya sabes cuáles son las cualidades que más se van a buscar en esta era digital, te invito a que analices si estás sacando todo tu potencial personal en tu trabajo y si tu perfil profesional habla de tus habilidades “blandas” y, si no es así, les hagas un hueco en la descripción de tus aptitudes como profesional.

Lorena Lichardi

Sobre Lorena Lichardi

Lorena Lichardi es coach ontológica y mentora especializada en Identidad Profesional, fundadora de la Escuela Activa de Transformación, y creadora del primer programa especializado en Coaching de Autoimagen e Identidad Emprendedora. Acompaña a mujeres decididas a emprender a definir su identidad profesional, visual y digital para transformar sus proyectos en negocios. Su trayectoria en el mundo de la publicidad, distinciones como coach ontológica y vivencias como empresaria dentro del mundo de la imagen le han dado una experiencia enriquecedora y una visión estratégica que le permite acompañar a las personas a modelar una autoimagen e identidad profesional favorable para lo que quieren conseguir.