Women’s Challenge es el nombre que recibe el nuevo programa de aceleración de empresas de impacto social lanzado por Ship2B. En él, la fundación tratará de impulsar a los emprendedores que aborden y mejoren problemáticas de las mujeres. Lo que diferencia a este programa del resto es que todos los participantes se llevarán algo que no es común en el mundo corporativo: el asesoramiento de una mujer empresaria o inversora de primer nivel.

Cuando se quieren buscar mujeres empresarias para que se sumen a una iniciativa, nos damos cuenta que en el ecosistema emprendedor e inversor hay muy pocas mujeres. Es entonces cuando grandes empresas, corporaciones, o como es el caso de Ship2B, deciden implicar a más mujeres, ya que es necesaria más presencia femenina en el mundo empresarial. En los cuatro años de vida de Ship2B, se ha atraído a su red a varias decenas de mujeres de impacto, que mentorizan, invierten, o ambas cosas, en las compañías que la fundación acelera. Para los emprendedores es clave que en los proyectos de impacto social con los que se trabajan cuenten en sus consejos de administración con mujeres que1Alumni_Ship2B_004 aporten su punto de vista y que pueden aportar un valor añadido.

Hablando en cifras, tan sólo el 20% de la red de inversores de la fundación son mujeres. En otras redes de business angels españoles el porcentaje es incluso inferior al 5%. Las mujeres emprenden menos principalmente por razones culturales, donde todavía se vincula el riesgo y la ambición como algo específicamente masculino, lo que puede condicionar la vida profesional de muchas mujeres. Juntamente, la acción de emprender obliga a renunciar o posponer otras facetas de la vida. Por ello, uno de los lemas de Ship2B es que ninguno de los proyectos que aceleran pueda salir sin recibir la mentoría de una mujer, aunque el grado de compromiso de cada una de las participantes en el programa Mujeres de impacto es diferente. De forma general, se les pide que sean activas y que estén dispuestas a asesorar los proyectos emprendedores. También que, en la medida de lo posible, cuando vean que existe un encaje entre el emprendedor y ellas, lleguen a invertir en algunos negocios.

Hay que tener en cuenta que el punto de vista femenino puede aporta un diferencial en un consejo administrativo debido a que las mujeres tienden a ser más conciliadoras, y les gusta recurrir al diálogo para resolver conflictos. Otro elemento es que la mujer conoce sus retos tanto a la hora de poner en marcha una iniciativa empresarial como en el desarrollo de una carrera profesional. Al tener claro los hándicaps, son más capaces de implementar en el marco de las organizaciones empresariales mecanismos que faciliten y que eliminen las barreras a las carreras profesionales. Eso no quiere decir que las mujeres sean más tradicionales; las mujeres reflexionan más sobre las cosas y evalúan más las alternativas a la hora de tomar una decisión. Esto puede deberse a que, cuando las mujeres fallan, acostumbran a ser más duras con ellas mismas porque su entorno es menos permisible con la equivocación en el caso de las mujeres que en el de los hombres.

La tendencia es que las mujeres empresarias tendrán un mayor protagonismo en el futuro. Todavía hoy los hombres son mucho más numerosos al frente de las empresas. Catalunya es un claro ejemplo de ello, pero tarde o temprano las mujeres ganarán protagonismo si se las deja. Las mujeres que son empresarias, trabajan y hacen su networking para que su negocio vaya bien. Pero es necesario que también se las vea. Por ejemplo, que cuando se busquen empresarios que acudan a dar conferencias se las tenga en cuenta. Es verdad que faltan referentes, que veamos mujeres que pensemos “queremos ser como ellas”, pero es probable que esto cambie con el tiempo, aunque la mujer emprendedora tiene cada vez más un importante papel en la economía social, con la creación de negocios innovadores, que generan riqueza y ayudan a equilibrar la situación entre hombres y mujeres en el plano laboral. Por ello, es esencial apoyarlas para que aumenten su presencia en cargos directivos y conseguir su incorporación total y, así, eliminar la relación cultural de las mujeres con determinados puestos o sectores.

La actividad emprendedora femenina constituye, sin duda, un motor del crecimiento económico de los países. Aunque hay que tener en cuenta que, generalmente, la distribución sectorial del emprendimiento femenino está condicionada por los factores limitadores que la literatura asocia en mayor medida a la mujer. Así, por ejemplo, un menor acceso a financiación supone un importante freno para considerar el emprendimiento en sectores que requieren fuertes inversiones, lo que se plasma directamente en una menor presencia de la mujer en los mismos. Asimismo, la falta de equilibrio en cuanto a la conciliación de la vida profesional y familiar constituye un elemento que puede forzar la orientación del emprendimiento femenino hacia sectores que requieran una dedicación menos intensa que otros, dependiendo además de la edad y entorno de las emprendedoras. Es por ello, indispensable, promover la emprendería de las mujeres en todos los sectores o impulsar proyectos que tengan perspectiva de género en estos.

El hecho de que dos de los tres fundadores de Ship2B sean mujeres ha influido totalmente en el nacimiento de ‘Mujeres de impacto’. Además, al estar en contacto con mujeres en este ámbito se reconoce el talento que tienen muchas mujeres empresarias, un talento que debe permanecer y evitar que se desperdicie. No obstante, en Ship2B también apuestan por lo masculino. La mayoría de sus mentores e inversores son hombres e intervienen directamente en todos los proyectos. De hecho, en el programa Women’s Challenge se buscan emprendedores, independientemente de su sexo, que creen proyectos con alto impacto social para la mujer.

Ship2B ofrece asesoramiento a todo tipo de emprendedores que tengan un fin social. La forma jurídica no es lo relevante y, de hecho, la mayoría de las empresas que se han acelerado son sociedades limitadas. Lo que se busca esencialmente son empresas con un elevado impacto social, pero eso no quiere decir que renuncien a la rentabilidad económica. De hecho, existen muchos ejemplos de empresas que generan mayor impacto social cuanto más rentables son. En los países anglosajones existe una forma jurídica concreta de empresa social que estamos tratando de impulsar también en España. En el modelo anglosajón, este tipo de compañía paga impuestos igualmente, pero quienes invierten en ellas cuentan con ventajas fiscales. En esta materia, en España todavía falta mucho camino por recorrer porque en otros países incluso existen mercados de valores especializados en valores con alto impacto social, que son diferentes al MAB o al Alternext, especializado en pequeñas y medianas compañías. Con la crisis económica se ha puesto de manifiesto los límites del estado de bienestar y la necesidad de algo más, pero que ese algo más no puede ser la filantropía porque con la crisis también se ha visto reducida. Pero si tenemos empresas sociales, como sucede en Reino Unido o en Estados Unidos, ese hueco queda compensado. Los inversores quieren decidir cómo invertir su dinero y, con ello, conseguir resolver algún problema específico y una rentabilidad económica al mismo tiempo. Asumiendo que ambos deben ir de la mano, Ship2B comprende una red de inversores compuesta por 400 personas, family offices y fondos.

Hasta la actualidad, la fundación ha impulsado unas 14 empresas. En la primera edición del programa, aceleramos nueve y consiguieron financiación para cuatro, levantando unos 700.000 euros. En el segundo, que aún está en vigor, estamos acelerando quince compañías y en ronda de financiación han entrado siete. Lo principal de todos ellos es que resuelva una problemática social y según esta problemática se construyen los indicadores de impacto. Y esta tercera edición, donde se enmarca Women’s Challenge, tiene convocatoria abierta hasta el 16 de mayo. Además de temáticas de la Mujer, también estamos seleccionando proyectos de turismo sostenible y responsable, soluciones tecnológicas en el campo de la salud y proyectos de acceso a la vivienda y servicios a las personas.

Maite Fibla
Co-fundadora de Ship2B