Según la Real Academia de la lengua española, emprender es la acción de acometer y comenzar una obra, negocio o empeño, especialmente si alberga una dificultad o peligro. Según Forbes, el 90% de las nuevas empresas fracasan. Hoy en día, en un mundo tan global y competitivo, el emprendimiento realmente entraña un riesgo. La reputación y la credibilidad juegan aquí un importante papel que puede distinguirnos de nuestros competidores y aumentar nuestras posibilidades de éxito. Y una forma de construir esa credibilidad es a través de la investigación.

En el área de la investigación en la que desarrollo mi carrera, ser mujer no me ha supuesto nunca un obstáculo. Liderar equipos multinacionales y multidisciplinares me ha permitido no sólo desarrollarme profesionalmente, sino también personalmente. Me ha dado una visión global que creo necesaria en el mundo actual. Siempre me han atraído los retos y no creo que eso sea una cuestión ligada al género, más bien a la persona.

En los proyectos en los que trabajo, la tecnología, la educación y la psicología se mezclan para enriquecer los resultados finales. Se trata de una investigación multidisciplinar aplicada y centrada en las personas, quienes participan desde el inicio de la misma. Recientemente, hemos finalizado un proyecto financiado por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte para enseñar a niños y jóvenes con discapacidad intelectual o del desarrollo a entender sus derechos humanos, publicados en 2006 por la ONU. Se trata de una app gamificada que se ha utilizado como piloto en 19 colegios de educación especial durante dos cursos consecutivos. El proyecto ha contado con la participación de investigadores del área de Tecnología aplicada a la educación, pedagogos de educación especial de CADA.RED y, sobre todo, asesores y usuarios finales de Plena Inclusión.

La app ha quedado finalista en los premios Vodafone de Innovación en Telecomunicaciones y empezará a utilizarse en todos los colegios de educación especial en España y Perú a partir del próximo curso académico. Los resultados de aprendizaje han sido realmente prometedores en un área en la que apenas existe investigación. Las claves del éxito, en mi opinión: investigación, equipos multidisciplinares y participación del usuario final desde el inicio.

En los últimos años, ha aumentado el número de proyectos de investigación -desarrollados en la universidad- contratados por grandes empresas. Su objetivo principal: generar confianza y aumentar las posibilidades de éxito al obtener unos resultados objetivos y basados en los métodos propios de la investigación formal. Sin embargo, la investigación al servicio de la sociedad es un instrumento, en mi opinión, poco utilizado en la actualidad, sobre todo en el sector empresarial.

La investigación en la educación proporciona creatividad, espíritu crítico y capacidad de resolución de problemas, todas ellas reconocidas como habilidades del siglo XXI necesarias para las nuevas profesiones que están por venir y que aún desconocemos.

La investigación ligada al emprendimiento puede mejorar las posibilidades de que un nuevo negocio tenga éxito. La investigación aplicada permite buscar soluciones a los retos de la sociedad de manera formal y fundamentada, además de objetiva. Cuando, además, involucra a investigadores de diferentes disciplinas, proporciona una visión global del problema y permite dar soluciones más completas al tener en cuenta las diferentes perspectivas. Tener en cuenta al usuario final desde las etapas iniciales aumenta las posibilidades para llegar a una solución final exitosa.

Cuando la idea de negocio va acompañada de una investigación en paralelo, le damos credibilidad ante nuestros clientes o inversores, situándonos en lugar preferente frente a nuestros competidores. El emprendimiento unido a la investigación debería ser explorado como clave de éxito.

Maite Villalba

Directora del Grupo de investigación de Tecnología Educativa

Universidad Europea