De la paridad de género se habla mucho, a propósito, y a despropósito. La paridad no es solo un derecho humano fundamental, sino una condición necesaria para un mundo próspero, sostenible y pacífico.

OLYMPUS DIGITAL CAMERAGarantizar el acceso en paridad de condiciones de mujeres y niñas a la educación, a la atención médica, al trabajo decente, así como a la representación en los procesos políticos y económicos de toma de decisiones, promoverá economías sostenibles que beneficiarán a la sociedad y al conjunto de la humanidad.

¿Cuál es la realidad actual? Se ha avanzado, pero queda camino por andar. Alrededor de dos tercios de los países de las regiones en desarrollo han alcanzado la igualdad de género en la educación primaria. En 1990, en el sur de Asia, solo 74 niñas estaban matriculadas en la escuela primaria para 100 niños. En 2012, las tasas de matriculación fueron las mismas para niñas y niños. En África subsahariana, en Oceanía y en Asia Occidental, las niñas aún encuentran obstáculos para acceder a la educación primaria y secundaria. En el norte de África, las mujeres ocupan menos de una quinta parte de los empleos remunerados en sectores no agrícolas. La proporción de mujeres en trabajos remunerados fuera del sector primario ha aumentado del 35% en 1990 al 41% en 2015.  En 46 países, las mujeres ocupan más del 30% de los escaños en los parlamentos nacionales en al menos una Cámara.

Son solo algunos ejemplos, la realidad es que queda bastante por hacer. Las metas son claras y la Agenda 2030 las ha puesto en evidencia. Poner fin, en todas partes, a todas las formas de discriminación contra mujeres y niñas, eliminar todas las formas de violencia contra las mujeres y las niñas, tanto en la esfera privada como en la pública, incluida la trata de mujeres y la explotación sexual y cualquier otro tipo, eliminar cualquier práctica abusiva, como el matrimonio, el fenómeno de las novias y la mutilación genital femenina, reconocer y mejorar el cuidado no remunerado y el trabajo doméstico, brindar un servicio público, infraestructura y políticas de protección social y promover responsabilidades compartidas dentro de las familias, de acuerdo con los estándares nacionales, asegurar la participación femenina completa y efectiva y la igualdad de oportunidades de liderazgo en cada nivel de toma de decisiones en los ámbitos político, económico y de la vida pública, garantizar el acceso universal a la salud sexual y reproductiva y los derechos reproductivos, según lo acordado en el Programa de Acción de la Conferencia Internacional sobre la Población y el Desarrollo y la Plataforma de Acción de Beijing y los documentos presentados en conferencias posteriores, iniciar reformas para otorgar a las mujeres iguales derechos de acceso a los recursos económicos, así como la propiedad y el control de la tierra y otras formas de propiedad, servicios financieros, herencias y recursos naturales, de conformidad con las leyes nacionales, fortalecer el uso de tecnologías habilitadoras, en particular tecnologías de información y comunicación, para promover el empoderamiento de las mujeres y adoptar e intensificar una política sólida y una legislación aplicable para la promoción de la igualdad de género y el empoderamiento de todas las mujeres y niñas, en todos los niveles.

Desde un medio de comunicación como Mujeremprendedora, revista que tuve el honor de fundar en 2000, se trabaja a diario desde la redacción, con su directora Anna Conte a la cabeza, para poner un grano de arena en la consecución de esta paridad y lo hace buscando buenas prácticas, ejemplos motivadores, perfiles de mujeres que están enriqueciendo la sociedad con su trabajo en puestos directivos empresariales y de liderazgo político y social. En definitiva, dando visibilidad a la paridad que ya existe y que debe ser una luz que ilumine el camino a seguir.

Manuel Bellido

Director de Grupo Informaria