Todavía no estoy jubilada, por lo que no puedo opinar en primera persona. Pero, poniéndome en el lugar de otras personas cercanas que acaban de pasar por esa tesitura, creo que, en el sentido puramente económico, en mi caso sería una liberación.

Como a muchas otras personas,  a mí me quebraron la vida laboral cuando estaba en el mejor momento, en lo mejor de dominio e implementación de conocimientos, en lo mejor del “olfato profesional”, es decir, cuando tu criterio suele ser muchas veces el más acertado a la hora de tomar decisiones y estás en la mejor forma psíquico-física para afrontar con agilidad (esa agilidad que da el conocimiento y sobre todo la experiencia) los cambios que se producen continuamente en nuestro entorno laboral.

38 Mar Andreu copiaMi pre-jubilación forzosa llegó vía despido con 52 años, y el motivo fue ese, tener más de 50 años. Y esto que le pasó, como a mí, a mucha gente, te pilla con el mejor sueldo que podrás alcanzar laboralmente y te obliga a bajar tu nivel de vida a la mitad.

Pero, ¿qué hacen las empresas cuando las cosas vienen mal dadas? No hacen ningún esfuerzo de imaginación y se limitan a reducir su plantilla. Y (en este punto del discurso, ya no somos personas, sino números) en muchos casos, cogen las nóminas intermedias y bajas y las sustituyen por otras de menor cuantía, que no calidad. En un departamento en el que hay un jefe y tres técnicos, despiden al jefecillo y dos técnicos, y contratan a un jefe que gana menos que el anterior (más joven o con mucha necesidad) y hace el trabajo del antiguo jefe más el de los técnicos despedidos. Al ttécnico que queda, le presionan para suplir, también, a sus compañeros y así van sumando ahorros (o sea, nóminas) a cuenta de rejuvenecer la plantilla porque, en esta vorágine de despidos, una mayoría de los despedidos tiene más de 50 años.

Pues bien, volviendo al punto de vista económico y recogiendo los testimonios de los co-autores del libro que acabamos de publicar, ‘El Arte de JubilARTE‘,  la jubilación es una faena.

Tal y como está regulado el sistema de pensiones, precario por cierto, en el caso de haber cobrado una media de 1.500 euros al mes durante los últimos 20 años, se viene a perder en torno al 14,3% de salario, quedándote unos 1.285 euros para seguir apretándote el cinturón un poquito más. Esto con suerte y con salarios medios.

La cosa es peor para los que en los últimos años han cobrado salarios de miseria, porque al salario mínimo interprofesional, 655,2 euros, le quitan casi 100 euros.  En esta situación están muchísimos españoles.

Y respecto a los que están ahora mismo jubilándose de un trabajo en el que se llevan a su casa más de 4.000 euros por mes, la jubilación les quita casi un 50% y, ¿cómo se asume eso? Pues depende de los casos. Si tienes los hijos emancipados y no tienes otras cargas familiares, prescindes de muchas cosas a las que te habías acostumbrado, pero no te puedes quejar. En otros casos es peor.

Me encantó el testimonio de una de las autoras del libro ‘El Arte de JubilARTE’, Fuensanta Herrera, que se define como “la reina del ocio gratis” no sólo por la gran oferta cultural gratis que ciudades como Madrid tiene, sino porque ha aprendido a concursar y lo hace en todo lo que puede, y hay un montón de concursos. Nos dice: “participo en todo tipo de concurso y he de decir que toca de verdad, voy a bastantes preestrenos de cine, teatro… y gratis, claro”.

Volviendo a la dura realidad económica del jubilado de 2017, las personas de ingresos medios que han cobrado más, en el momento de la jubilación por lo general sufren un choque económico importante. Así lo declaran muchos de los autores del libro, si bien muchos se han preparado para ello ahorrando todo lo que han podido, otros han querido o tenido que emprender y han montado algún comercio o empezado una actividad, curiosamente distinta, por lo general, a la ejercida hasta ese momento.

Otro autor, Carlos Oliva-Vélez, dice que “es tiempo de reorganizar las prioridades” y no le falta razón.

Pero, para muchas personas mayores de 50 que no han podido ni prejubilarse, ni acogerse a ERES, ni viven con un cónyuge que les mantenga, la necesidad de buscar trabajo se convierte en todo un arte. Yo misma emprendí con 53 años y no he parado de buscar para mí y personas en mi situación trabajos dignos.

La búsqueda activa de trabajo es una actividad que hay que aprender, que requiere en muchos casos de un apoyo y un acompañamiento hasta que la persona se suelta y es capaz de ir encontrando trabajo, que la mayoría de las veces suele ser temporal y mal pagado. Otras veces, la persona no se atreve a emprender y va dando saltos de piedra en piedra cruzando así el río de su vida. En otros casos, se convierte en autónomo para poder facturar los trabajos que, de otra forma, no podría aceptar y tiene que hacer filigranas para que, una vez quitados gastos e impuestos, le permitan ganar algo.

Mi conclusión es que las personas no quieren verse en los siguientes 50 años de su vida sufriendo situaciones precarias, pero esta es la gran injusticia de la jubilación. Si bien no produces, por lo que no parece justo que ganes lo mismo que cuando lo hacías, tus gastos básicos son los mismos y, estos sí, suben continuamente. Por eso, resultan muy interesantes los consejos sobre qué hacer con tu plan de pensiones cuando te jubilas que ofrece Ibercaja en el libro.

Además, te tienes que seguir preparando para cuando tu salud no sea tan buena, porque, ¿a quién le gusta verse en la última etapa de su vida en una Residencia? Los mayores quieren estar en su casa, con sus cosas y sus recuerdos. Y teniendo a mano a la gente y los sitios que les gusta frecuentar. Y muchas veces, esto no lo permite la prestación por jubilación.

No quiero terminar con tono pesimista, porque la verdad es que creo que la jubilación tiene una cosa buenísima, EL TIEMPO. Te da un tiempo valiosísimo para ti, como dice Blanca Fernández-Navas, en ‘El arte de jubilARTE’, “el protagonista del resto de tu vida eres tú y tienes que ponerte en el centro de tus prioridades”.

El tiempo es una oportunidad de hacer las mil cosas que siempre te hubiera gustado hacer, que según los testimonios recogidos pueden ir desde estudiar una nueva carrera universitaria, hasta “il dolce far niente” pasando por viajar, escribir, disfrutar de tu familia, dedicarte a una ONG o causa…. En fin, viviendo.

Mar Andreu Rubio

Co-autora de ‘El Arte de jubilARTE’

Nota: mis capítulos del libro imprescindibles son: Capítulo 3-Pedro Molina, 4-Julian Bravo, 8-Miguel de Haro, 12-Carlos Navarro, 14-Angel Riesgo, 15-Jose Miguel López Gallego, 16-Manue José Moreno, 25-Sol Vadillo, 29-Blanca Fernández, 40-Xavier Mir, sin desmerecer a los demás que me han hecho pasar un fin de semana estupendo.