La inmensa mayoría de la gente podría mencionar a una o a ninguna. Y no es de extrañar, ya que son muy pocas mujeres las que consiguen, tras un esfuerzo hercúleo, superar todas las pruebas que esta profesión, dominada por el género masculino, les pone delante para coronar el codiciado Olimpo. Éste fue el tema en cuestión a tratar en la jornada ‘Women and Conducting’, que organizamos en el

María Martínez Iturriaga

María Martínez Iturriaga

campus de Valencia de Berklee College of Music el pasado 16 de febrero, para el cual contamos con la presencia de grandes profesionales del mundo de la dirección musical en diferentes ámbitos y también la igualdad de género. Fue precisamente Plácido Domingo quien nos propuso organizar esta jornada dedicada a la falta de mujeres directoras de orquesta y, como no pudo ser de otra manera, aceptamos la propuesta inmediatamente y, además, contamos con su participación en la jornada.

Los datos sobre la presencia de mujeres en la dirección de orquesta hablan por sí solos. La Asociación Española de Orquestas Sinfónicas cuenta con 29 orquestas asociadas; de ellas sólo una, la Orquesta Sinfónica de la Región de Murcia, tiene a una mujer como directora titular, Virginia Martínez. En el Reino Unido, la ABO (Association of British Orchestras) tiene 61 orquestas asociadas con más de 100 directores titulares y sólo cuatro de estos puestos están ocupados por mujeres. Los agentes de artistas en el Reino Unido que representan a directores de orquesta sólo cuentan con un 5% de mujeres en su catálogo. En los 118 años de historia de los BBC Proms, Marin Alsop fue la primera mujer, en 2013, que tomó la batuta en la noche final del festival. Y todavía ninguna de las “big five” orquestas cuentan con una mujer como directora titular.

Lo curioso de estas cifras es que si comparamos el mundo de la dirección de orquesta con los puestos de liderazgo en cualquier otro sector, probablemente, nos encontremos con un panorama muy parecido. Y es que, a pesar de los avances sociales por la igualdad de género que se han producido en las últimas décadas, la sociedad en la que vivimos está lejos de estar prepScreen Shot 2017-03-03 at 12arada para disociar un rol social o profesional con el género de la persona que lo desempeñe. Esta inquietante situación dificulta cualquier proceso natural que pueda seguir tanto una niña como un niño para optar por un camino que tradicionalmente haya sido recorrido por personas del género opuesto. Romper este círculo no es fácil y la educación juega un papel fundamental en el establecimiento de referentes en los niños desde una temprana edad. Miriam González, abogada y presidenta de Inspiring Girls International, invitada al simposio, comentó que los niños antes de los seis años no asocian una profesión con un determinado género. Pueden ver completamente normal que una mujer pueda ser piloto de avión o que un hombre pueda ser enfermero. Es a partir de los seis años cuando los niños empiezan a tener en cuenta los ejemplos que la sociedad les inculca, asociando determinadas Berklee -3323profesiones con un determinado género. Quizás, es por eso, que en las escuelas de música, normalmente (tanto en la música clásica como moderna), las niñas son las que cantan, tocan el piano, el violín o la flauta y los niños los que tocan la guitarra eléctrica, el saxofón, el bajo o la batería. La falta de ejemplos de mujeres y modelos a seguir en ámbitos dominados por hombres dificulta el hecho de que una niña pueda ver como algo posible el convertirse en directora de orquesta o en baterista de jazz. Del mismo modo, un niño (y la propia sociedad) tampoco lo verá como algo natural en una niña y, por lo tanto, tenderá a rechazar esa idea, generando así una barrera más para que esa niña pueda optar a la profesión que quiera ejercer. En ese sentido, Berklee ha desempeñado siempre un papel muy activo en la defensa de la diversidad e igualdad de género como motor de la creatividad e innovación y cuenta entre sus antiguas alumnas y profesorado con mujeres referentes del mundo del jazz, la composición y la tecnología musical (campos dominados por hombres) como Terri Lyne Carrington (baterista), Susan Rogers (ingeniero de Prince), Esperanza Spalding (contrabajista), o Vanessa Garde (compositora de bandas sonoras para cine y televisión)._DSC6568

La jornada de debate de ‘Women and Conducting’ en Berklee nos dejó varias reflexiones que comparto aquí con la esperanza de que nos sirvan para empezar a generar un cambio en la sociedad que nos permita desprendernos de estas creencias limitantes y de los estereotipos sociales. Se habló de la importancia de contar con más mujeres en puestos de liderazgo que se conviertan en modelos a seguir, y que poco a poco se vaya normalizando la idea de una mujer desempeñando un rol de líder. Los ingleses dicen out of sight, out of mind que, traducido a nuestra versión española más emocional, significa “ojos que no ven, corazón que no siente”. La falta de visibilidad de las mujeres desempeñando puestos de responsabilidad, o cualquier rol que sirva de ejemplo para la sociedad, es un gran problema. Si en la página web de cualquier orquesta sólo aparecen imágenes de hombres dirigiendo, difícilmente nuestro consciente e inconsciente pensarán en una mujer para un puesto de dirección.

_DSC6335Como os podéis imaginar, superar cada traba que la sociedad pone a una niña para recorrer un camino que ya de por sí es difícil y muy competitivo como es el de la dirección de orquesta, y que encima no cuenta con mujeres como referentes y, por lo tanto, cuestiona cada paso de este recorrido, es lo más parecido a las doce pruebas que tuvo que superar Hércules para ser acogido en el Olimpo de los Dioses. He de decir que admiro muchísimo a mujeres como Virginia Martínez, Marin Alsop, Simone Young, Xiang Zhang, Alondra de la Parra, Alice Farnham, Nan Schwartz, Yi-Chen Lin, Nadia Boulanger, y un largo, pero no suficiente, etcétera, por ser no sólo un referente para otras mujeres, sino un ejemplo de talento, esfuerzo y superación para la sociedad. Espero que en un futuro, la pregunta que planteo al principio del artículo reciba una respuesta distinta a la actual.

María Martínez Iturriaga

Directora ejecutiva del campus de Berklee en Valencia