Bueno, bueno, bueno… pues así, como quien no quiere la cosa y sin apenas habernos enterado ¡TACHAAAAAN! El 2020 ya está aquí. Parafraseando a Macano en el hit más escuchado en estas fechas, ya cayó uno más.

El arranque de un nuevo año siempre está plagado de buenas intenciones, planes de resarcimiento y expectativas. Pero a pesar de que supone un libro en blanco con trescientas sesenta y cinco páginas para rellenar, en este mundo occidental y consumista, no podríamos considerar Enero el mejor mes del año.

Para empezar, todos lo identificamos con la famosa “cuesta de enero”. De entrada, es un mes que nos pesa literal y metafóricamente. Y digo literal, porque el primer mes del año los gimnasios se llenan de almas atiborradas de exceso y culpa, las tiendas se colapsan con devoluciones de Navidad y compras compulsivas de rebajas, volvemos al trabajo con depresión postvacacional, tres kilos más a cuestas y puede que unos cuantos desencuentros familiares en la mochila provocados por la “dulce navidad”.  Yo diría que no es la mejor forma de empezar el año…

Siempre hemos considerado diciembre como el mes de los balances, los recuentos, las listas y los recopilatorios, pero quizá Enero sea el momento de reflexionar y ser conscientes de que arrancar un año con la misma fiebre consumista con la que terminamos el anterior, puede que no sea lo más adecuado para alcanzar el cambio tan deseado que todos perseguimos en los años nuevos.

Así que este artículo es una pequeña llamada a la reflexión. Una invitación a parar, a pensar, a darnos tiempo, a valorar lo pequeño, a desacelerar nuestros pasos y nuestros pensamientos, a mirar viendo, a disfrutar callando, a caminar paseando, a descubrir compartiendo, a debatir construyendo… en definitiva, a vivir sintiendo, es más, yo diría a VIVIR VIVIENDO.

Tenemos todo un año para hacerlo, trescientos sesenta y cinco días por delante son una fortuna, así que no seamos ovejas a las que pastorean en una sociedad enferma de consumo y prisas. Tengamos espíritu crítico, opinión propia y ganas de cambiar las cosas. Aquí, ahora, YA.

Desde este rinconcito en el que tan cómoda me siento y del que tanto disfruto (gracias Anna, gracias Mujeremprendedora por dejarme libre y confiar), prometo intentar cada mes darle ese pequeño espacio a la vida y la reflexión. Me acompañáis este nuevo año?

2020, VAMOS ALLÁ.

Mónica Regueiro

Actriz y fundadora de ProduccionesOff