Después de hacer un seguimiento durante meses de dos de los casos más mediáticos de abuso sexual, por ser los acusados celebridades y hombres “TODOPODEROSOS” dentro y fuera de nuestro país, por fin se ha dictado sentencia.

Seguro que, con estos referentes, la mayoría saben ya de quien estoy hablando… Efectivamente, del productor de cine Harvey Weinstein, hallado culpable de agresión sexual y violación por el Tribunal de Manhattan, que le ha condenado a 29 años de cárcel, y de Plácido Domingo, que lanzó un comunicado mundial pidiendo disculpas el mismo día en que se publicó una investigación del sindicato estadounidense que representa a los artistas de ópera, que concluye que el tenor acosó sexualmente al menos a 27 mujeres cuando ocupaba la dirección de la Ópera Nacional de Washington y de Los Ángeles. Los letrados del sindicato determinaron que existió un claro patrón de conducta sexual inapropiada y abuso de poder por parte de Plácido Domingo, al menos durante dos décadas.

Por su parte, el caso de Weinstein, dio lugar al movimiento ME TOO y ha sido plasmando en numerosos documentales con testimonios de las víctimas, muchas de ellas conocidísimas, que ponen los pelos de punta. Si todas las mujeres que han afirmado públicamente haber sufrido los abusos de Weinstein hubiesen comparecido en el juicio, estaríamos hablando de más de 90 presuntas víctimas. La mayoría de esos casos son demasiado antiguos para que se pueda iniciar un procedimiento, ya que como se supo durante las semanas del juicio, muchas mujeres decidieron por temor y, a veces vergüenza, hacer como si la agresión no hubiese ocurrido. Seguramente sea el caso de muchas de las víctimas del tenor español.

En ambos casos, el patrón se cumple a rajatabla: Hombres poderosos, con gran prestigio dentro de su profesión y dotados de un gran reconocimiento público, que abusan de su posición de poder y son intocables durante décadas.

¿Estas sentencias significan el inicio de un cambio? Yo quiero creer que sí.

Según el fiscal de Manhattan: «Este juicio y la decisión del jurado marcan una nueva era en la justicia, no solo para las víctimas que hablaron bajo un gran riesgo personal, sino para todos los supervivientes al acoso, abuso y agresión en el trabajo«.

En el caso del tenor español, que ha reconocido su culpabilidad y ha pedido disculpas, las consecuencias más inmediatas son la suspensión de varias de sus actuaciones, la primera en La Zarzuela de nuestro país, ya que el INAEM ha decidido mostrar su apoyo a las víctimas suspendiendo el homenaje a Plácido Domingo.

Clama ahora la maldita hemeroteca al recuerdo las afirmaciones de numerosas personalidades que se dedicaron a vilipendiar públicamente a las posibles víctimas, haciendo una defensa cuando menos “poco acertada” del señor Domingo, como es el caso de Albert Boadella o la diputada de Vox, Carla Toscano, que afirmaron, respectivamente, uno que “las manos de un macho no están hechas para permanecer quietas” y la otra que “el cantante era una nueva víctima de la tiranía del movimiento MeToo y del feminismo”.

Una pena que ninguno de ellos piense ahora en disculparse, porque queridos… NO SE PUEDE SER MÁS PAPISTA QUE EL PAPA.

Mónica Regueiro

Actriz y fundadora de ProduccionesOff