La canción lo deja bien claro, lo importante son la salud, el dinero y el amor. Y en España, aparte de la crisis económica, estamos viviendo una crisis de “exceso de peso”. Los datos indican que el 53,68% de los adultos tienen sobrepeso y se espera que para el 2030 esa cifra aumente al 70%.

Y en ese mismo contexto, son miles los graduados en nutrición humana y dietética que acaban sus estudios y poseen un gran potencial para cambiar la crisis de “exceso de peso” pero no encuentran un puesto, una oportunidad (en la Administración Pública no existe la figura sanitaria del nutricionista y en el ámbito privado son numerosas las ofertas de trabajo de grandes farmacéuticas o de herbolarios en las que la misión del nutricionista se veía sustituida por la de vender productos milagro que queman grasas, eliminan la retención de líquidos o evitan la absorción de los hidratos de carbono).

Nur Al AliOtros nutricionistas, sin embargo, sí tienen la posibilidad de poder mejorar la alimentación y la salud de las personas. Y en esas circunstancias me encontré cuando finalicé mis estudios: con mucha fuerza y energía e incluida en el grupo de nutricionistas que tenían la oportunidad de cuidar la alimentación de las personas. Generalmente, las personas que acudían reclamando los servicios de los nutricionistas eran personas adultas que presentaban más de una patología relacionada con el exceso de peso (hipertensión, diabetes, etc.), y que en la mayoría de las veces mejoraban al reducir el peso. Pero consulta tras consulta, iba llamándome la atención que esas mismas pautas que habían adquirido en su nueva vida saludable, las podrían haber puesto en marcha años atrás (en la infancia) y así habrían podido evitarse sufrimientos innecesarios. Esas pautas eran desconocidas para ellos, ya que no habían tenido la ocasión o la suerte de conocerlas.

Y por esa razón, decidí doctorarme, para corroborar científicamente los beneficios de enseñar a los niños pautas de alimentación saludable, enfocadas a resolver el problema de obesidad de raíz: con la educación.

Así nació Nutricocina, un método de educación nutricional cuyo fin es conseguir que los niños se alimenten de una forma sana con el fin de prevenir todas las enfermedades relacionadas con la mala alimentación. Es un programa educativo y lúdico, que utiliza la cocina como herramienta educativa y que está basado en la evidencia científica.

Gracias a los reconocimientos por parte de la Universidad Europea, decidí emprender, decidí que este método debería de llegar al mayor de número de niños posibles, decidí que esta idea evidenciada científicamente pasase a ser un proyecto consolidado.

La transición de idea a proyecto no ha sido un trayecto fácil, los obstáculos constantes y los errores han sido mi manera de aprender. Desde mi experiencia el mayor reto al que me he enfrentado, y al que me sigo enfrentando, ha sido el cambio a la mentalidad emprendedora, una mentalidad que no acepta ningún “no” por respuesta, que siempre encuentra caminos alternativos para conseguir su objetivo y que dibuja su propio destino.

Investigar el ambiente y la sociedad, definir el servicio y planificar las etapas para alcanzar la meta, son los pasos constantes en el camino del emprendimiento que, en mi caso concreto, tienen como objetivo mejorar la alimentación y la salud de los niños.

Nur Al Ali
Directora del proyecto Nutricocina
y estudiante de doctorado en la Universidad Europea