Aunque poco a poco se van produciendo claros avances en materia de igualdad, es innegable que el camino por recorrer es todavía largo. Por supuesto, esto no afecta solo al entorno social y educativo, sino también al entorno laboral. Ayudar a todas las trabajadoras a derribar el techo de cristal debe ser una prioridad para cualquier compañía, pero no es el único reto al que se enfrentan las mujeres, ya que, según el último Índice de Mastercard de Mujeres Emprendedoras, menos de un tercio de los emprendedores en nuestro país son mujeres.

Este dato, aunque a priori no parezca muy negativo, encierra una realidad más preocupante según los datos del informe: las mujeres españolas que intentan emprender deben hacer frente a un elevado temor, el fracaso, motivado especialmente por la falta de aceptación cultural y de apoyo social que encuentran en su día a día. Así, encontramos que ese 30% de emprendedoras que hay en España pone de manifiesto la gran capacidad de las mujeres para prosperar en condiciones adversas.

De hecho, en dicho estudio, en las primeras posiciones del ranking mundial encontramos a países como Uganda (38,2%), Ghana (37,9%) o Botsuana (36%). Estos países presentan porcentajes de mujeres propietarias de empresas superiores a los de otros mercados mucho más desarrollados, lo que se debe a que muchas mujeres se ven obligadas a emprender “por necesidad”.

En concreto, en este ranking, España se queda relegada al decimoprimer puesto, aunque es destacable que nuestro país se sitúa por encima de mercados como Bélgica (28%), Suiza (27%) o Alemania (26%). Sin embargo, respecto al año pasado, cuando España registró un 29% de mujeres emprendedoras, la mejora es escasa, por lo que urge redoblar esfuerzos.

Si analizamos qué motiva a las mujeres para emprender, en España el principal motivo es la oportunidad de mejora empresarial, de acuerdo al 71% de las encuestadas. Así, muchas mujeres ven en el emprendimiento una forma de poder crecer como profesionales. Por el contrario, tan solo el 23% emprende por necesidad.

Cada vez más personas son conscientes de que las mujeres tienen muchísimo que aportar al mercado laboral. Según datos del McKinsey Global Institute, impulsar la igualdad de la mujer podría añadir 12 trillones al crecimiento global en 2025. Además, las mujeres comparten una ambición universal, ya que tienen en común el deseo de hacer una vida mejor para sus hijos, familia y, en último lugar, para ellas mismas. Así, los negocios dirigidos por mujeres ayudan a potenciar el crecimiento económico y a mejorar las vidas del conjunto de la sociedad. Sin embargo, este estudio refleja que, a pesar de todo, están infrarrepresentadas en el mercado laboral.

En Mastercard tenemos claro que las buenas ideas surgen de todas partes, pero siempre con un denominador común: la diversidad. Por ello, es el momento de que instituciones públicas, organizaciones y empresas privadas sumen esfuerzos para conseguir derribar las barreras a las que se enfrentan las mujeres emprendedoras. Solo así las ayudaremos a impulsar sus negocios, garantizando el acceso a la formación y a la inclusión financiera y eliminando las trabas que se lo impiden.

Así, programas como Girls4Tech, que fomentan la presencia de mujeres en carreras STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería o Matemáticas); Start Path, que fomentan el emprendimiento; o Create & Cultivate, que permite apoyar a las propietarias de pequeñas empresas, son imprescindibles para ayudar a las mujeres a desarrollar su futuro laboral, algo que no solo las beneficiará a ellas, sino al conjunto de la sociedad.

Paloma Real

Directora general de Mastercard España