La Semana Mundial del Espacio (World Space Week) es una cita anual declarada desde 1999 por las Naciones Unidas para reconocer la contribución de la ciencia y la tecnología espacial a la mejora de la calidad de la vida humana. Entre el 4 y 10 de octubre -fechas que conmemoran, respectivamente, el lanzamiento del Sputnik I y la firma del Tratado del Espacio Exterior-, más de 70 países de todo el mundo organizan cada año cientos de actividades para divulgar y concienciar a la sociedad de la importancia del desarrollo de la industria espacial y sus contribuciones a la vida cotidiana.

Sevilla y Andalucía se vienen sumando a esta iniciativa desde hace tres años y, en concreto,  en octubre, se han desarrollado una decena de eventos y acciones de divulgación  (www.facebook.com/WorldSpaceWeekSevilla), que incluyen desde actos institucionales, jornadas, workshops y mesas redondas hasta una gymkana para escolares en torno a la construcción de un cohete o una exposición de fotografía, pasando por una serie de visitas de ‘embajadores’ de Airbus Defence and Space a colegios y otros centros educativos de la ciudad. La celebración ha tenido muy buena acogida entre los más de 300 asistentes a las distintas actividaSST1des, sin contar aquellos que han pasado por las distintas exposiciones abiertas. En la clausura de esta semana de celebración del Espacio en Sevilla, fue significativo el hecho de que una niña leyera parte del manifiesto final y lo entregara a las autoridades asistentes, una niña que propone una mirada al futuro del Espacio y que nos hace plantearnos cuál es el papel que ocupa y ha ocupado la mujer en la tecnología espacial.

Como en la mayoría de los campos técnicos, el porcentaje de mujeres es bastante inferior al de los hombres. Sin embargo, cada vez más, la presencia femenina está aumentando. Existen gran cantidad de ingenieras, físicas, matemáticas, médicas, biólogas, químicas, psicólogas, etc., trabajando en las distintas fases de los desarrollos espaciales; si bien las que tienen mayor visibilidad, son las astronautas. A lo largo de la carrera espacial, ha habido 542 cosmonautas de 37 nacionalidades, y de ellos, 60 eran mujeres pertenecientes a 11 países.

La incorporación de la mujer a la carrera espacial fue relativamente temprana, Valentina Tereshkova, 16 de junio de 1963. Sin embargo, tuvieron que pasar casi 2Economía0 años para volver a poner a una mujer en el espacio, Svetlana Savitskaya, el 19 de julio de 1982. Esto no quiere decir que las mujeres no formasen parte de los equipos de desarrollo, sino que existían y existen importantes barreras para visibilizar su trabajo.

Al comienzo de la carrera espacial, durante la guerra fría, Rusia apostó por un programa espacial que demostrase que  las mujeres tenían el mismo aguante físico y psicológico que los hombres en el espacio. Este programa culminó con la misión Vostok 6 donde Tereshkova confirmó, sin lugar a dudas, dicha igualdad. Sin embargo, al mismo tiempo, Estados Unidos, cancelaba en 1962 el programa espacial femenino, impidiendo a las mujeres ser astronautas hasta la década de los ochenta.

A pesar de los impedimentos, SST2son muchas las mujeres que trabajan y han trabajado por hacerse hueco en este sector. Algunas montaron sus propias empresas tras viajar al espacio, como Sally Ride, la primera estadounidense en salir al espacio exterior. Otras son directoras de importantes equipos de trabajo (Astronaut Office), como Peggy Whitson. La primera mujer comandante de la Estación Espacial Internacional (ISS), tiene el récord de tiempo realizando actividades extravehiculares (EVAs) fuera de la nave y se encuentra en el puesto 20 entre los astronautas con mayor experiencia. Actualmente lidera a todos los astronautas en activo y es la principal consultora de la NASA en materia de entrenamiento y operaciones de los profesionales del espacio.

En definitiva, en la popularidad o en la sombra, las mujeres están desarrollando un papel fundamental en el campo aeroespacial. Sin embargo, es necesario fomentar el interés por la carrera científica desde la infancia, visibilizando a referentes femeninos en este sector y trabajando desde la escuela en el fomento de las vocaciones científicas y la tolerancia al fracaso. La ingeniería, la biomedicina, la química, etc. son carreras de fondo, donde se avanza gracEconomíaias a la superación de los errores y es importante tener referentes que ayuden a superar las adversidades diarias.

Actualmente, en España, el porcentaje de féminas en carreras técnicas (ingenierías y arquitectura) está alrededor del 25%, pese a que las mujeres constituyen el 54% del total del alumnado actual. En EE. UU., es incluso menor (alrededor del 15%). Sin duda, el futuro del emprendimiento femenino y su aportación a la industria nacional y su competitividad necesita de una política formativa efectiva al respecto de las carreras técnicas para aprovechar las capacidades de muchas mujeres y fomentar sus vocaciones científicas.

Silvia de los Santos

Responsable técnico del sector Aeroespacial

en Corporación Tecnológica de Andalucía (CTA)