¿Cuántas veces habéis pensado en la posibilidad de cambiar de trabajo y habéis dudado sobre si sería la decisión más acertada? ¿Os habéis planteado alguna vez cuáles deberían ser los factores a considerar antes de tomar esta importante decisión?

Es difícil, incluso para una persona experta, averiguar con certeza y objetividad cuáles son las razones que pueden llevar al candidato a tomar la decisión de cambiar de trabajo y lo acertado de la misma, ya que cada persona tiene motivaciones y aspiraciones profesionales diferentes. Pero sí podemos poner en valor todos aquellos aspectos a considerar antes de realizar un cambio laboral. Este tipo de información es tenida muy en cuenta por el entrevistador en la entrevista de trabajo cuando se lanza al candidato la conocida como pregunta “trampa”: ¿por qué estás abierto a un cambio laboral?

Los principales factores a considerar en un momento así son:

1º) El proyecto. No podemos salir de una entrevista laboral sin tener meridianamente claros los objetivos de la posición, así como las perspectivas de futuro de la misma, todo ello enmarcado dentro de un proyecto general que nos seduzca. Para ello es necesario intentar averiguar detalles que nos ayuden a visualizar más claramente el proyecto: dimensión o ámbito de la posición, nivel de reporte, personas a cargo, evolución a largo plazo de dicha posición, objetivos de la compañía y planes de expansión nacional e internacional de la empresa.

2º) El responsable del proyecto. Es fundamental valorar el feeling que hemos tenido con la persona a la que tendremos que reportar. Para ello, durante la entrevista es fundamental crear un ambiente que nos permita de alguna manera conocer al máximo a esta persona: si es alguien del cual podemos aprender, si nos resulta conciliador, convincente, seguro de sí mismo. Si bien es un tema muy subjetivo, existen muchas posibilidades de que finalmente nos decantemos por la oportunidad en función del grado de confianza que dicha persona nos haya inspirado.

3º) La empresa y sus valores. Es muy importante que los valores de la empresa de la que vayamos a formar parte estén alienados, en mayor o menor medida, con nuestra forma de ser y pensar.  Cuanto más alineados estén más probabilidades de éxito tendremos en esta nueva oportunidad. Es recomendable que tengamos en consideración aspectos tales como su imagen de marca, la conciliación entre vida profesional y familiar, los beneficios sociales, la igualdad de oportunidades, si tiene políticas de movilidad, carreras profesionales.

4º) El salario. Un salario más alto no es siempre la clave para garantizar el éxito a largo plazo del proyecto, ni debe ser el factor determinante en el momento de tomar la decisión de cambiar de trabajo. Sin duda, se trata de un aspecto a considerar, y es lógico que queramos evolucionar y mejorar y, para ello, es bueno que pongamos nuestras expectativas y nuestras aspiraciones sobre la mesa de forma transparente. Aunque puede que finalmente influya en la toma de la decisión, no es lo más aconsejable.

5º) Estabilidad y planes de formación. Un aspecto relevante es la solvencia de la empresa. En momentos de crisis lo que más se valora es la estabilidad en el empleo. Haber considerado previamente variables tales como el sector al que pertenece la compañía, datos económico-financieros si éstos son públicos, evolución de las ventas, diversificación, política de transparencia, cuota de mercado, informes de analistas -caso de tratarse de una sociedad cotizada-, nos ayudarán en la toma de la decisión de cambiar. Por último, también es importante interesarse por las políticas de formación. En un entorno tan cambiante como el actual, en el que las nuevas tecnologías y la digitalización juegan un papel trascendental, nos vendrá muy bien conocer cuáles son los planes de formación a corto y largo plazo que nos garanticen maximizar nuestro desempeño en todo momento.

6º) Reconocimiento. Uno de los motivos fundamentales por los que las personas cambian de trabajo es por falta de reconocimiento por parte de sus superiores o de la propia compañía. Es el llamado salario emocional, en el que las compañías cada vez hacen más hincapié, porque es un gran propulsor del engagement y del compromiso con la empresa por parte del empleado.

Antes de tomar una decisión tan importe como cambiar de trabajo, que sin duda va marcar y cambiar el rumbo de nuestras vidas, hemos de valorar y tomar en consideración todos y cada uno de estos seis factores, aunque uno de ellos por sí sólo no nos puede influir de forma determinantemente, ha de ser la valoración del conjunto lo que nos ayudará a tomar la mejor decisión que será, sin duda, la que nos garantice la felicidad en el trabajo.

Silvia Gallart

 Manager Finance, Legal & HR  de Spring Professional (Grupo Adecco)