“Funddatec es el nexo que une mi arte con algo que tenía pendiente en vida, la ayuda social”

Desde pequeña, Sonia Marcianesi comenzó a disfrutar del dibujo y la pintura. “Mi padre vio en mí un gran entusiasmo por crear y me facilitó todos los materiales para poder expresarme, creo que sabía que a un artista es difícil de callar hasta que al fin consigue gritar sus emociones en un lienzo o en cualquier otro soporte. Él había disfrutado de ello trabajando el hierro en muebles y esculturas”, relata.

2018 09 Sonia Marcianesi 032Su primera obra la hizo con apenas 12 años. “Aún mi madre la luce orgullosa en su casa, aunque a veces me gustaría quitarla de la pared ya que, como todo comienzo, es un simple ejercicio, pero es parte de mi historia, así que allí sigue, en Mendoza, Argentina” -lugar donde nació y comenzó a prepararse como artista y profesional-, confiesa.

“Desgraciadamente, perdí a mi padre a los 18 años, por lo me vi en el deber de ayudar a mi madre y dos hermanas a salir adelante en el aspecto económico”, prosigue. Y, para ello, inició su carrera como profesora de enseñanza infantil y primaria, profesión con la que comenzó su vida laboral, mientras continuaba su aprendizaje en el arte. Asistía a talleres de diferentes artistas como Marina Puebla y Chabela Sanchez, al tiempo que se había trasladado a San Rafael y había cofundado una empresa junto a su pareja. La compañía prestaba asistencia, desarrollo y consultoría de software informático a empresas del área energética. Por este motivo, en 2001, se trasladaron a la Patagonia Argentina, concretamente a Neuquén, y abrieron una sucursal. Aun así, continuo su aprendizaje. “Fui abriendo mi mente al mundo, me di cuenta de que no temía a los cambios, sino que, al contrario, éstos me ayudaban, incrementando mis experiencias, mis emociones variaban como si fuese una montaña rusa, pasaba de la angustia del desarraigo a la alegrías del objetivo conseguido. Y todos esos sentimientos y emociones tenía que volcarlos en un lienzo. Fue así como continué mis estudios en arte en el taller de Silvia Fernandez”, explica.

2018 09 Sonia Marcianesi 053Tres años más tarde dejaron en funcionamiento esa sucursal y volvieron a Mendoza, donde Sonia ingresó en el taller de María Inés Zaragoza (2003-2010), especialista en serigrafía. “Fue entonces, en 2008, cuando me sentí segura para abrir mi propio taller de arte, así pude unir dos pasiones en una”, señala.

A continuación, participó en exposiciones colectivas en el Museo de Arte Moderno de la ciudad de Mendoza y el Museo MNBA de la provincia de Neuquén. Y en 2010 vio la oportunidad de extender su compañía a Europa, momento en el que se trasladaron a España. “Parecía mentira que en plena crisis no nos asustara esa aventura, y lo hicimos junto a nuestros hijos. Creamos una nueva delegación parte del grupo empresarial, dando trabajo a profesionales, que de no ser así, buscaban salir de las fronteras del país en busca de ello. Cuando miro hacia atrás y veo el camino recorrido, no me importa lo duro que ha sido”, resalta Marcianesi.

¿Qué papel ocupa el arte en su vida?

El arte es el primer, aunque no el único objetivo a cumplir en mi vida. Sabía que tardaría en darme a conocer, ya que, al igual que mis otros dos objetivos, el de ser madre y empresaria, requería de un aprendizaje, fruto de experiencias vividas y de un plazo más largo, pero me acompañó y lo sigue haciendo en cada una de las etapas por las que he pasado. El arte es un combustible, un rincón donde esconderme, un motivo para continuar, es, junto a mi familia, la fuerza que me impulsa día a día.

¿Podría hablarnos de su evolución como artista?

En mis comienzos el dibujo atrapó mi atención y lo figurativo estaba presente en la mayoría de mis obras. Pero luego fui soltando la figura como un barrilete entre mis manos y la abstracción comenzó a motivarme y atraparme, llevándome al impresionismo y al expresionismo abstracto.

¿Cómo describiría sus obras? ¿Qué características comparten?

Mis obras son, en su mayoría, en formatos grandes y resistentes al juego de distintos materiales. 2018 09 Sonia Marcianesi 046Experimento en ellas varias técnicas y elementos, desde el grafito, pastel, acuarela, tintas, acrílicos y óleos, siendo este último, junto a la técnica mixta, los dos preferidos para expresarme.

Creo que cada artista tiene algo que lo identifica o, por lo menos, con lo que mejor suele sentirse; en mi caso, el color y sus variantes de pigmentos es lo que me divierte, juego con diferentes diluyentes y pinturas, encontrando un gran atractivo en ello.

¿De qué forma Funddatec está impulsando su carrera artística?

Así como hace ya diez años vi la forma de unir la docencia y el arte, esta vez Funddatec es el nexo que une mi arte con algo que tenía pendiente en vida, la ayuda social. Fui invitada por el presidente de Funddatec, Antonio Retamero, a varios eventos donde vi que el arte podía ser una forma de ayudar a personas que lo necesitaban como medio para salir de pozos en los que se encontraban, como es el caso de desfiles realizados por el diseñador Manu Fernández brindando a presas y a mujeres víctimas de la trata de personas, el elemento, o el motivo para la reinserción en la sociedad, como lo es en este caso la costura y el diseño.

Uno de sus próximos propósitos es el de utilizar el arte con un fin solidario. ¿Puede explicarnos con más detalle esta idea?

Mi idea es llevar mi arte donde se necesite, así sea para recaudar fondos para una causa, organizando muestras de arte y destinando fondos para ello, o bien impartiendo clases de arte a personas que necesiten evadirse de una situación difícil de angustia y tristeza, como puede ser una enfermedad.

Junto a Funddatec decidimos ayudar a la infancia, dando enfoque a dos problemas que tienen un común denominador: los niños. Uno de ellos es, a través de un Proyecto llamado “Vamos”. Este proyecto pretende dar atención a niños que sufren obesidad, en contraposición a lo que ya sabemos, y tiene mayor difusión: la desnutrición por falta de alimentos. Pero lo que muchos desconocen es que también existe otro extremo de malnutrición, lo que provoca la obesidad, con todo lo que en ella deriva, es decir, problemas coronarios, diabetes, exclusión social, trastornos psicológicos, etc., creciendo como una incesante paradoja a nivel mundial. Mientras el número de niños y adolescentes con obesidad se ha multiplicado por 10 en los últimos 40 años, los fondos destinados a la prevención y tratamientos no lo han hecho.

Y el segundo enfoque es ayudar a la Asociación Princesas Rett, llamada así porque el Síndrome de Rett lo padecen solo niñas y mujeres, ya que se trata de una mutación del cromosoma X que da lugar a la formación del sexo femenino, provocando daños en el sistema neurológico. Al tratarse de una enfermedad de las denominadas “raras”, el gobierno y los laboratorios no invierten fondos en su investigación y diagnóstico precoz. Sin embargo, son 6.000 personas las que la padecen solo en España. Yo me pongo en la piel de esos padres, cuando reciben el diagnóstico, y al preguntar al médico cuál es el paso a seguir, éste se levanta de hombros mostrando la ignorancia en cuál podría ser el tratamiento y la verdad es que me entristezco mucho de solo imaginarlo.

En mi taller, mis alumnos y alumnas no solo aprenden sobre arte, sino que también superan situaciones difíciles de sobrellevar, por lo que pretendo que esta primera acción que hacemos de forma conjunta no sea la última, es decir ,quiero brindar apoyo emocional a estos niños utilizando el arte como herramienta.

El próximo mes de diciembre realizará una exposición. Coméntenos.

El sábado 15 de diciembre, Funddatec me da la oportunidad de ayudar a estas dos causas. Esperamos que la exposición sea un éxito para poder invertir en las armas necesarias para combatirlas mediante la investigación, toma de conciencia de que son enfermedades y, por ende, necesitan y merecen ser valoradas como tales, y atención de estos niños mediante tratamientos médicos y psicológicos. Participaran importantes personalidades que también forman parte activa de esta lucha. El sitio escogido es la Sala de Exposiciones del edificio Box Cartuja, calle Albert Einstein s/n, Cartuja 93 Sevilla.

En esta muestra expondré las obras creadas en mi última etapa, la mayoría de ellas son abstractas impresionistas y expresionistas, recopilan mis últimas experiencias y forman parte de una selección que habla de mí. Creo que quien no me conozca y vea mis obras empezará a descubrirme.

Anna Conte