Cuando nació mi primer hijo, mi marido trabajaba en una empresa familiar convencional. En esa época, mi trabajo era de tarde/noche. Hice un balance económico y emocional y, cuando vi que no me salían las cuentas, como otras tantas mujeres del mundo, dejé de trabajar para cuidar a mi niño.

Pasados ocho años, y con otros dos niños más, encontré un problema que sabía cómo resolver para ayudar a otras mamás. Así que decidí convertir mi solución en una empresa. Mi gran preocupación no era si era capaz de crear una organización, sino cómo podía trabajar en una empresa y seguir dedicándome a ser mamá. No estaba preparada para renunciar a ejercer como madre y fundé una compañía donde pudiera trabajar como mamá y donde quisiera trabajar como profesional.

Tenía claro que implantaría el concepto “Family First” desde la fabricación de los productos hasta el horario. Desde 2010, Stikets es una realidad. Trabajamos con horario intensivo y las entradas y salidas son flexibles. Los trabajadores pueden asistir al festival del cole de sus hijos. Tenemos un espacio para que los pequeños puedan jugar en la oficina y pusimos usuarios “kids” en los ordenadores para que pudieran usarlos para hacer deberes mientras su papá o mamá trabajaba (o simplemente por si querían quedarse en la oficina para escapar un poco de sus hermanos). También tenemos todos los documentos en la nube para que madres y padres puedan acabar el trabajo desde casa si les llaman porque uno de sus hijos tiene fiebre.

Aunque en Stikets, como otras muchas empresas, nos esforzamos al máximo en ser “Family First”, nuestra capacidad de contribuir en la conciliación laboral y familiar es finita. El resto debe ser asumido por la sociedad, el gobierno, nuestras parejas y nosotras mismas.

Vivimos en un país donde la decisión de tener hijos es una cuestión de “lifestyle” y la responsabilidad sobre los hijos recae en la familia (sobre todo en las madres). Pero, a la vez, una sociedad sin hijos no tiene futuro. Las empresas se quejan de las bajas de maternidad y paternidad, los mayores de la falta de dinero para pensiones, y el gobierno recorta fondos de educación. Todos queremos un país innovador, con inversiones en infraestructuras, y buenos líderes. ¿Pero cómo podemos hacerlo sin niños?

En primer lugar, como sociedad, debemos reconocer que los niños no son una decisión de “lifestyle”, sino una necesidad común. Apoyar a las familias es algo que hay que hacer en interés de todos los miembros de nuestra sociedad porque ellos son el futuro de todos. Debemos buscar políticas y actitudes que ayuden a las familias con niños en lugar de pedirles que levanten solas el futuro de todos.

Por otra parte, debe crecer la igualdad dentro de las parejas. Según un estudio del Pew Research Foundation, el 56% de los padres afirman asumir la mitad de las responsabilidades de la familia, pero solo el 46% dice que esta igualdad es real. E incluso cuando las tareas físicas se distribuyen al 50%, en muy pocos casos el trabajo “mental” lo está. Las mujeres suelen ser las “Project Managers” de la familia. Son las que saben lo que hay que hacer para que los niños y la familia salgan adelante. Este es un trabajo 24/7, agotador e invisible. Es mucho más fácil lavar platos que organizar la agenda y las necesidades de todo el mundo en casa.

Y el último cambio que necesitamos: la definición de una buena madre. Un estudio realizado en EE. UU. muestra que las madres que trabajan fuera de casa pasan cuatro horas más por semana cuidando de sus hijos de lo que lo hacían las madres en 1975 sin trabajar fuera. ¿Por qué? Porque pensamos que el futuro de nuestros hijos depende de hacerles de taxista en sus mil actividades, ayudarles con los deberes, de crear experiencias inolvidables y hacer croquetas ecológicas a mano. El estrés que nos autoimponemos (con ayuda de la sociedad) para ser madres perfectas, nos está haciendo daño a nosotras y a nuestros hijos.

En Stikets siempre trabajamos para que las personas de nuestro equipo puedan encontrar el balance en sus vidas. Pero, para tener una sociedad sana, debemos cambiar nuestras actitudes sobre los niños, las familias, las parejas y, sobre todo, las madres. Las empresas solas no conseguirán nunca una conciliación real.

Stephanie Marko

Fundadora y CEO de Stikets

Stikets ha sido reconocida en junio de 2019 con el sello Equipo Educativo, concedido por la iniciativa Equipo Educativo, formada por la Fundación SM y Gestionando hijos para propiciar el trabajo en equipo entre familias y escuelas.