Las españolas constituimos más de la mitad de la población y, como en la mayoría de países de nuestro entorno, contamos con más formación académica y una tasa inferior de abandono escolar que los hombres. De hecho, en la actualidad, el 38,4% de mujeres entre 24 y 64 años tienen título universitario frente al 33% de hombres, brecha que se amplía entre las generaciones más jóvenes: el 47% de las jóvenes entre 24 y 34 años tienen título universitario frente al 35 % de chicos de la misma edad. Sin embargo, esta formación no tiene un reflejo adecuado en el mercado laboral y las mujeres aún no ocupamos la posición que nos corresponde por mérito y capacidad en el núcleo del poder económico.

Las políticas y esfuerzos realizados en los últimos años, aunque más despacio de lo que queremos, están dando frutos; por ejemplo, la participación de mujeres en los consejos de administración del IBEX 35 se ha incrementado en 11 puntos desde finales de 2011, llegando al 22% en 2017, según los últimos datos publicados por el Instituto Europeo de Género. La situación mejora si nos fijamos en las pymes, que constituyen más del 95% del tejido empresarial  español, en las que alrededor del 26% cuentan con más de un 40% de mujeres en sus consejos de administración. Nuestra participación en los órganos de decisión de las empresas varía también en función del sector empresarial, y el sector agroalimentario es uno de los que cuenta con menor presencia femenina.

Avanzar hacia un mayor equilibrio de género en todos los ámbitos es una cuestión de derechos fundamentales y justicia social, pero también un medio de favorecer la rentabilidad empresarial y el progreso social, como han puesto de manifiesto estudios de la OCDE, el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y la Unión Europea, que muestran los beneficios de la participación equilibrada de mujeres y hombres, entre ellos el aumento de la productividad y la innovación, la mejora de la gobernanza, los resultados y la imagen corporativa, mayor retorno de beneficios y mayor capacidad para atraer y retener todo el talento, así como la mejora del clima laboral.

Con este convencimiento, desde el Instituto de la Mujer y para la Igualdad de Oportunidades desarrollamos diversas iniciativas encaminadas a favorecer una mayor incorporación de mujeres en puestos de responsabilidad, como ‘Más Mujeres, Mejores Empresas’, en la que más de 140 empresas se han comprometido a aumentar la presencia de mujeres en puestos directivos, comités de dirección, consejos rectores o consejos de administración, en un periodo de cuatro años; los proyectos de desarrollo profesional y liderazgo femenino, como el ‘Proyecto Promociona’, en colaboración con la CEOE, que va por su quinta edición y el programa de Desarrollo Directivo, impartido por la EOI, con siete ediciones. Todos ellos cuentan con una estupenda valoración de las empresas y directivas participantes, y están teniendo una importante repercusión en el ámbito europeo e internacional.

El ‘Distintivo Igualdad en la Empresa’, el servicio de asesoramiento ofrecido a través de www.igualdadenlaempresa.es, así como las convocatorias anuales de subvenciones para la implantación de planes de igualdad en las empresas no obligadas por ley, también son herramientas útiles que incentivan la promoción profesional de las mujeres y su acceso a la toma de decisiones.

Lucía Cerón

Directora del Instituto de la Mujer y para la Igualdad de Oportunidades

Ministerio de  Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad