Desde el Col·legi de Censors Jurats de Comptes de Catalunya (CCJCC), principal colectivo de profesionales de la auditoría financiera en Catalunya, hemos constituido un grupo de trabajo para la equidad de género, impulsado tanto por su anterior presidente, Daniel Faura, como por el actual, Antoni Gómez. Las tres mujeres miembro del Consejo Directivo del CCJCC participamos en este grupo de trabajo, donde tenemos la suerte de poder contar con importantes referentes (masculinos y femeninos) de nuestra profesión.

Querría poder afirmar que en una profesión donde hay una relativa equidad en la primera etapa de contratación (universitarios/as), en la que no se constata la existencia de brecha salarial y donde la promoción es meritocrática la equidad en cargos directivos debería ser un objetivo alcanzable en el corto/medio plazo. Pero la realidad es bien distinta y las cifras no dan lugar a dudas: sólo el 18% de nuestros colegiados son mujeres.

Para contextualizar el dato es necesario explicar cuál es el arduo camino a recorrer para poder llegar hasta la colegiación. La vía más directa pasa por ser licenciado/a en Administración y Dirección de Empresas, además de acreditar una formación práctica de un mínimo de tres años con un auditor o sociedad de auditoría, obtener un Grado o Máster a través del cual el Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas te dispensa de la formación teórica y de la primera parte del examen práctico y, finalmente, superar la segunda parte del examen de aptitud profesional organizado y reconocido por el Estado (cuyo porcentaje de aprobados se sitúa en torno al 35%). Se requiere, como ven, de mucha voluntad y, sobre todo, vocación y esfuerzo.

Tal como indicaba, en general existe equidad en la primera etapa de contratación. Lo explica el hecho de que más de un 50% del conjunto de licenciados universitarios son mujeres y, de media, ellas presentan un mejor expediente académico. Por consiguiente, si atendemos solo a la perspectiva de género, no estamos ante una cuestión de falta de atractivo inicial de la profesión de auditoría sino ante un claro problema de retención del talento. ¿Los motivos? Dificultades reales de conciliación; falta de apoyo cuando llega la maternidad; existencia de un sesgo inconsciente en el momento de la promoción dentro de las firmas e inexistencia de suficientes referentes femeninos en puestos relevantes en el sector.

A pesar de ello, el mundo empresarial avanza en buena dirección y, si en el inconsciente colectivo empieza ya a no ser de recibo asistir a conferencias donde no participe ninguna mujer como ponente, tengan por seguro que la falta de mujeres directivas se acabará convirtiendo en un problema de imagen comercial. Es decir, ¿qué ocurrirá cuando un cliente potencial con una cultura empresarial abanderada por la responsabilidad social corporativa y que internamente tiene incorporada la práctica de la equidad perciba que en la firma que oferta ese servicio no hay ninguna mujer que ocupe la posición de socio en su zona geográfica? Porque, siguiendo con ambos ejemplos, lo que vendrá a continuación es que se cuestionará, por un lado, la organización del evento y, por otro, la gestión interna de la firma de auditoría. Ya no quedan excusas.

Por coherencia con todo lo expuesto, el nuevo grupo de trabajo para la equidad de género en el seno del CCJCC nace con el objetivo claro e inequívoco de lograr más representación femenina en los cargos directivos, tanto dentro de las firmas de auditoría como en sus colegios profesionales. Con un matiz importante: no se persigue el cambio de “unos” por “otras”, sino conseguir el coliderazgo, la corresponsabilidad y la participación conjunta en la toma de decisiones que afectan a nuestra profesión.

Estamos convencidos de que la corresponsabilidad aporta visiones complementarias que nos enriquecen a todos y, por tanto, de que aportará valor a nuestra sociedad.

Susana Dabán

Miembro del Consejo Directivo del

Col·legi de Censors Jurats de Comptes de Catalunya (CCJCC)