Cuando tenía ocho años me regalaron un microscopio que me abrió los ojos al mundo de la ciencia. Tanto, que acabé estudiando Biología Molecular en Princeton. Mientras hacía el doctorado en el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas, me di cuenta de que muchos otros investigadores también habían tenido experiencias relacionadas con la ciencia en su infancia y decidí fundar Escuelab para transmitir a otros niños la pasión por la ciencia a través de experiencias educativas innovadoras y fomentar, así, las vocaciones científicas.
Para ello, en Escuelab diseñamos e impartimos actividades educativas de carácter científico que promueven una formación experiencial de calidad, entre las cuales se incluyen extraescolares, talleres y campamentos, así como el diseño de materiales y contenidos científicos. Así, soluciona una necesidad que resulta muy preocupante: España adolece de una gran falta de cultura científica y un decreciente número de vocaciones investigadoras, lo que se traduce en un déficit previsto de profesionales en ámbitos científico-tecnológicos frente al aumento de la demanda de este tipo de perfiles en los últimos años.
Los materiales educativos de Escuelab están rigurosamente diseñados por un equipo de científicos con amplia experiencia en investigación y formación en divulgación. Se adaptan al nivel cognitivo de los niños y son impartidos por personal con formación superior científica y experiencia docente e investigadora. Esta metodología no sólo forma en ciencia, también en valores y habilidades de futuro.
Como mujer científica, estoy especialmente sensibilizada con la falta de vocaciones investigadoras entre las niñas. Hay varios estudios sobre el tema, y todos señalan los factores culturales como el principal obstáculo para que las niñas no opten por carreras científicas. Ellas no tienen menos capacidad para las asignaturas científico-tecnológicas. De hecho, suelen sacar mejores notas en la infancia, pero les faltan referentes adultos y, muchas veces, apoyo de su entorno escolar y familiar. En Escuelab proporcionamos experiencias de aprendizaje basadas en la indagación que ayudan a construir su autoconfianza, a la vez que entran en contacto con mujeres que han estudiado ciencias y les sirven como modelo de rol.
Es la primera vez que lidero un proyecto empresarial, pero tenía experiencia previa gestionando iniciativas sin ánimo de lucro. El voluntariado y aportar mi granito de arena han sido siempre muy importantes para mí, así que el carácter social de Escuelab es parte del proyecto desde su concepción, no sólo por la importancia de fomentar nuevas vocaciones científicas y herramientas de futuro, sino también porque aspiramos a que todos los niños, independientemente de su estatus socioeconómico, puedan participar en nuestras actividades.
La vida del emprendedor no es fácil, pero tiene también aspectos muy positivos. ¡No hay dos días iguales, y esto es algo que me encanta! Estamos muy centrados en producir contenidos para actividades nuevas, por lo que puede que pase la mañana navegando por Internet para reunir los materiales necesarios y la tarde probando experimentos divertidísimos. También estamos yendo a muchos colegios y empresas a contarles nuestra idea. Y, por último, siempre hay detalles del proyecto, a nivel financiero, de comunicación y marketing, o de recursos humanos, que tenemos que gestionar. Así que… ¡tenemos un poco de todo!
Además, me llena enormemente el impacto de nuestro trabajo. Más de 3.000 niños han participado ya en actividades desarrolladas por Escuelab y prevemos un aumento de entre 30 y 60 vocaciones científicas entre los beneficiarios en 2016. Además, nuestro programa de becas permite que niños en riesgo de exclusión por diferentes motivos participen en nuestras actividades
A medio plazo, buscamos alcanzar la sostenibilidad económica llegando al máximo número posible de niños. Esto pasa por pulir y ampliar las actividades que ofertamos y, quizás, empezar a trabajar en más ciudades. En cuanto al largo plazo, nos encantaría implementar un proyecto educativo más amplio, en el que los niños y niñas puedan disfrutar de una educación innovadora, basada en el desarrollo de conocimientos, habilidades y valores a través de la experimentación, independientemente de su nivel socioeconómico.
Cristina Balbás
Cofundadora de Escuelab y una de las ganadoras de la VIII Edición de los Premios Jóvenes Emprendedores Sociales de la Universidad Europea