Ana y Elena, o Piccole & Coccole, son dos hermanas que, hace un tiempo, decidieron unirse y crear composiciones florales. Ana comenzó Historia del Arte, pero pronto se dio cuenta de que necesitaba enfocar sus estudios “hacia algo más creativo”, por lo que estudió un HND en Diseño y Multimedia en la Escuela De Sistemas Informáticos. Nada más terminar sus estudios, empezó a trabajar en el mundo de la publicidad como diseñadora gráfica, que es a lo que se ha dedicado todos estos años. Por su parte, Elena estudió Diseño de Interiores en la Escuela de Artes Decorativas de Madrid (EADM). Sus inicios profesionales fueron en el mundo de la decoración trabajando para varios estudios, “pero por circunstancias de la vida acabé trabajando en el sector de la administración pública”, en el cual sigue, pero siempre compaginándolo durante todos estos años con diversos proyectos de decoración.

¿Cómo surge la idea de Piccole & Coccole?

Piccole & Coccole nació por el amor incondicional a las flores. Siempre nos han gustado, pero ese sentimiento estaba como dormido. Fue una boda hace unos años lo que nos empujó casi por casualidad a querer dedicarnos a la decoración floral. Descubrimos que queríamos intentarlo, porque apreciamos mucho lo que significan y la fuerza que tienen a la hora de crear espacios y generar emociones, así que pensamos que podíamos unir nuestros conocimientos para crear algo bonito y diferente. Así surgió nuestra aventura.

¿Dónde encuentran la inspiración a la hora de realizar sus composiciones?

Nos inspiramos siempre en la persona/personas a las que va dirigida la composición. Su personalidad, Nosotras_07gustos, vivencias, etc. son claves para el desarrollo del proyecto. Por eso es vital el contacto directo con el cliente, sobre todo en el caso de las bodas. Cualquier dato por pequeño que sea nos aporta información que nos sirve de ayuda. Pero siempre seguimos nuestro propio instinto a la hora de componer, inspirándonos en el día a día, en las tendencias actuales.

¿Qué proceso siguen a la hora de crear una composición, desde que seleccionan las flores hasta que está acabada?

Pensamos por encima de todo en el cliente a quien va dirigido y el tipo de trabajo que vamos a hacer. No es lo mismo realizar los arreglos para una boda que decorar un evento de empresa o una pedida de mano. Esto ya nos determina para seleccionar el tipo de flor. Tenemos primero en cuenta los colores o el estilo que prefiere el cliente, pero adaptándonos siempre a las necesidades del espacio. También pensamos en el recipiente donde vamos a colocar las composiciones, y buscamos los más adecuados.

¿Cómo es el cliente de Piccole & Coccole?

En general es un alto porcentaje de mujeres y algunos hombres que buscan un trabajo con personalidad, que respire frescura y que a la vez sea delicado y elegante. Ponen especial atención en los detalles y por eso aprecian nuestro trabajo.

¿Cómo se ponen en contacto con vosotras?

A través del correo electrónico, formulario de nuestra web, o por teléfono.

¿Qué precio tienen las composiciones? ¿De qué depende?

Hacemos varios tipos de arreglos. Nuestros precios varían tanto por el tamaño como por el tipo de flor o el recipiente en el que van en el caso de los centros. Los ramos de novia están en torno a los 90-140 euros, dependiendo del tipo de flor que lleven y del tamaño. Los centros de flores los hacemos desde los 60 hasta los 150 euros que son los más espectaculares. No es lo mismo un ramo o centro con rosas de jardín o peonías que otro que lleve otro tipo de flor.

¿Tienen alguna flor/flores preferidas?

Ana y Elena Piccole & CoccoleSí. Nos gustan mucho las hortensias, las peonias, otras más exóticas como las proteas y también muchas flores silvestres, que es con las que componemos muchos de nuestros arreglos. También algunas rosas ramificadas.

¿Alguna flor que nunca pondrían en una composición? ¿Por qué?

No hay ninguna flor que a priori no utilicemos, siempre dependerá del tipo de trabajo que tengamos que realizar, de la época del año en la que estemos o de si el color o su tamaño es adecuado para el conjunto del proyecto.

¿Una flor para un cumpleaños?

¡Todas! Es decir, pensando siempre en el estilo de la persona a la que va dirigido. Hay flores preciosas todo el año, pero siempre hay que tener en cuenta las preferencias de colores de la persona a la que va dirigida.

¿Y para una boda?

Muchas. Este año vuelve a ser tendencia la paniculata, y nosotras la utilizamos en muchas bodas donde los novios quieren un estilo más silvestre. Pero también solemos usar rosas ramificadas, peonías coral, ranúnculos, anémonas… Lo importante es definir bien el estilo y la gama de colores con los novios para poder buscar las flores más adecuadas.

¿Cuáles son las composiciones más recurrentes?

En nuestro caso, nuestro estilo es muy silvestre y por lo tanto es lo que más nos demandan nuestros clientes cuando nos contactan, pero cada persona tiene sus preferencias, por lo que siempre nos adaptamos a lo que sea más acorde a su estilo.

¿Qué acogida está teniendo la empresa?

Por el momento muy buena, creemos que nuestro trabajo es diferente, no nos asusta arriesgar mezclando colores, y sobre todo pensamos siempre en la personalidad de cada cliente. Eso es algo que aprecian mucho, porque sienten que pensamos de verdad en lo que más les va a gustar.

¿Qué evento/eventos son los más elegidos?

Las bodas son los más demandados.

¿Qué planes tienen para este año?

Nuestra prioridad es dar un servicio impecable a nuestros clientes, ya sea con un ramo, un centro o un evento importante. Ahora estamos inmersas en plena temporada de bodas y comuniones.

Inma Sánchez