Avanzamos hacia la igualdad de género en la carrera científica, pero no en los puestos directivos

Desde que la Unidad de Mujeres y Ciencia (UMyC) se puso en marcha en 2006, comenzó a analizar y publicar datos sobre la situación de las mujeres en el ámbito de la investigación científica en España a través del informe periódico Científicas en Cifras (inicialmente denominado Académicas en Cifras), que se inspira en la serie europea “She Figures”, con la intención de difundir los datos e indicadores sobre (des)igualdades de género en la formación y profesión científica.

Actualmente, la UMyC desarrolla su actividad en la Secretaría de Estado de Investigación, Desarrollo 160830-AnaPuy5e Innovación del Ministerio de Economía, Industria y Competitividad. El último informe de Científicas en Cifras, que se presentó hace unos meses, continúa detectando segregación vertical en la carrera científica, pues aunque la proporción de mujeres ya alcanzó el 39% en 2009 y se mantiene estable, las cifras disminuyen notablemente en la categoría profesional de mayor nivel, donde sólo encontramos un 21% de mujeres en el profesorado catedrático de las universidades públicas españolas y un 25% en el caso de profesorado de investigación de los Organismos Públicos de Investigación (OPIs) como el Consejo Superior de Investigaciones Científicas. No obstante, estos porcentajes han mejorado ligeramente respecto a Científicas en Cifras 2013. Y, además, cabe destacar que el número de mujeres que se doctoran en España ya iguala al de hombres y que en los puestos de segundo nivel de la carrera investigadora ya se ha alcanzado el equilibrio de género con un 42% de mujeres en el caso de las universidades públicas y un 41% en el de los OPIs, lo que sin duda es una buena noticia.

Sin embargo, estos datos esperanzadores contrastan con los relativos a cargos de gobierno de universidades y OPIs, donde la segregación vertical resulta mucho más marcada: en 2015, sólo había un 2% de rectoras en las universidades públicas españolas y ninguna mujer al frente de los ocho OPIs de ámbito nacional.

Por otro lado, respecto a la segregación horizontal, el informe revela que, aunque todavía hay algunas áreas científico-tecnológicas en las que la proporción de investigadoras está por debajo del 40%, las diferencias porcentuales entre mujeres y hombres son cada vez menores. En universidades públicas, la infra-representación de mujeres se encuentra en los campos de Ingeniería y Tecnología (23%), Ciencias Naturales (34%) y Ciencias Agrarias (36%). En los OPIs ya sólo se observa en Ciencias Naturales (36%).

El informe analiza asimismo la participación de mujeres y hombres en las convocatorias estatales de ayudas a la I+D+i, donde también destaca que las cifras están mejorando. Concretamente, en el conjunto de ayudas de recursos humanos, las tasas de éxito (es decir, la proporción de ayudas concedidas sobre las solicitadas) ya coinciden prácticamente en mujeres (38%) y hombres (39%), porque hay campos donde se han igualado y, en los demás, las diferencias suelen ser mucho menores que en el pasado y no siempre a favor de los hombres. En el caso de las ayudas de proyectos, todavía las investigadoras principales suelen tener menor tasa de éxito (33%) que los investigadores principales (36%), pero también con diferencias menores y casos de áreas donde las tasas de éxito de las mujeres son algo mayores que las de los hombres.

Por todo ello, podemos concluir que seguimos avanzando hacia la igualdad de género en la carrera científica, pero no en los puestos directivos.

Ana Puy

 Directora de la Unidad de Mujeres y Ciencia (UMyC)

Ministerio de Economía, Industria y Competitividad (MINECO)