Creo que el Working Woman Future realmente nació una mañana de marzo. Una autónoma se levanta a las siete, como siempre, se hace un café, se sienta en su sofá y se da cuenta que su sector económico ya no existe, ¿por ahora o para siempre?

Esa mañana no tiene prisa en ir a la oficina, la agenda está vacía forzosamente, y entonces de pronto piensa: ¿Qué palabra es la que puede definir este momento? Habría tantas palabras como personas pensando ese día, pero la mía fue una “estrategia de regreso”, no es broma, pensé en esa palabra una y otra vez.

Somos miles de empresas en circunstancias similares, la estrategia no podía ser por independiente, tendré que diseñar una que fluyera como una corriente, que sin duda habría que determinar, desarrollar y si paraba lo mismo nos costaría más trabajo arrancar.

Las piezas del puzle se habían separado, pensé simplemente que había que volverlas a unir porque la imagen cuando terminara lo mismo era diferente pero daba igual, había que ponerse a ello.

Mi empresa, Incentifor, es de eventos y formación inmersiva, de esas actividades que congrega gente y les hace sentarse juntos a aprender, ferias sin distancia social, congresos de conexión, por un momento la meta no estaba clara pero seguro que existía.

Por eso es tan importante pertenecer a un grupo de autónomas de lo más proactivo, el Foro de Empresaria y Profesionales de Córdoba, donde mi realidad era una más, y si me tentaba a mirar mi ombligo, solo tenía que levantar la mirada y ver los valores, la fuerza, observar de cerca la vida de esas mujeres que día a día no hablaban jamás de rendirse.

Y ahí ya salió la “estrategia de regreso”, empezó pensando hacia donde iba el mercado, la obviedad que era la aceleración trepidante de la digitalización como canal de negocio. No era una elección personal, sino un nuevo ecosistema, que antes era como las vacaciones que se llevaban un porcentaje mínimo de tiempo pero que ahora se convertía en una casa más en la que todas teníamos que convivir, era cuestión de reinventarse o reciclarse, nunca quedarse atrás… Somos FEPC.

El diseño de un encuentro era fácil y necesario, compartirlo con mis compañeras del foro de empresarias, compartir una plataforma y localizar quien nos pusiera en el punto de partida de lo que sabíamos seguro, la importancia que va a tener la comunicación desde la vía digital para cualquier tipo de actividad que quiera resistir el proceso que estamos viviendo.

Comenzó chiquito y terminó ocupando nueve horas, donde cada empresa recibía la información trampolín para que saltara lo alto que pudiera. Trece profesionales, trece semillas para volver a la tomar las riendas totales de nuestros negocios, digitalización, marketing digital, comercio electrónico, networking con corazón, etc… Un objetivo claro: implementar, que no Complementar. Porque nosotras, profesionales de lo nuestro, solamente teníamos que crecer, siempre guiadas por quien de verdad sabe. Todas juntas y muchas más, porque está claro que no es “estratégico” ir sola, se llega mucho mejor en compañía.

Hoy sigo todavía tomando café en mi sofá, disfruto del teletrabajo, desarrollo más del 50 % de mi actividad en el mundo digital, pero no voy a negar que añoro cuando llegue ese momento en que podamos abrazarnos, darnos la mano, y juntarnos en torno a cualquier excusa con personas, de las que creemos que los valores empiezan por un café en solitario y terminan en un congreso online de más de 1.000 personas.

Inmaculada Pérez Figueroa

Presidenta  del Foro de Empresarias y Profesionales de Córdoba (FEPC)