Hace 10 años emprendí mi propia aventura profesional junto con mi socio Sergio Vicente. Ambos veníamos de otras agencias, y teníamos claro cómo queríamos comunicar y, sobre todo, cómo no queríamos comunicar. Apostamos por crear V3rtice de la nada, sin apenas ayudas, sin apoyos en el sector, desde cero… Todo un reto para dos jóvenes llenos de ilusión y de compromiso.

No fue una aventura improvisada, era un sueño desde la infancia, que siempre tenía claro cómo iba a ser pero que faltaba el cuándo y el mejor compañero de viaje para llevarlo a cabo… hasta que llegó ese momento, nuestro momento.

Me vi con apenas 26 años, sin ningún padrino en el sector, con el mejor apoyo de mi familia y con una meta en la cabeza: crear una agencia de referencia en España. Ser mujer, joven y emprender un negocio no iba a ser fácil, pero… ¿quién ha dicho que lo fácil sea lo adecuado?

El principio fue complicado. A puerta fría vendíamos nuestra ‘receta’ comunicativa, una comunicación próxima, humana y transparente. Poco a poco recogimos los frutos de muchos kilómetros en carretera, de miles de minutos al teléfono y de muchas horas ideando propuestas.

Durante el proceso de expansión de V3rtice, nos dimos cuenta de que había dos tipos de sociedades; por un lado, empresas que valoraban positivamente que dos jóvenes emprendedores apostarán por un tipo de comunicación próxima, personal y transparente; por otro lado, una parte de la sociedad donde nos cuestionaban por nuestra edad, y en menor medida, por ser mujer.

A día de hoy, puedo afirmar que me he sentido realmente valorada por mis compañeros del sector de la comunicación y por mis clientes, por ser mujer y liderar mi compañía. Es cierto que he vivido algún tipo de discriminación, pero eso lo único que me ha hecho es ser más fuerte y tener más claro aún mis objetivos.

Es curioso porque en nuestro sector, el de la comunicación, gran parte de las personas que lideran los departamentos de comunicación y/o marketing son mujeres, por lo que se evidencia la evolución y la capacidad femenina para afrontar y liderar puestos de trabajo de responsabilidad. Sin embargo, actualmente son pocas las que dirigen dichas empresas. Por ejemplo, más del 80% de responsables de comunicación de nuestros clientes son mujeres, pero solo el 10% son CEO.

Eso significa que, aunque estamos en el camino adecuado, falta bastante para equilibrar ese porcentaje. De hecho, quizás no era tan consciente de la situación actual hasta que no hace mucho, una clienta, mujer y CEO, me agradeció personalmente mi trayectoria profesional y mi papel como emprendedora. Hasta ese día no era realmente consciente de que liderar una agencia puede ayudar a futuras mujeres a lanzarse a por sus metas profesionales. Ante eso, solo puedo decir que no tenemos límite, que debemos luchar por nuestros objetivos y que, con esfuerzo y tenacidad, se acaban alcanzando.

Desde mi posición lucho cada día por ser coherente con mi forma de pensar. Por eso, en V3rtice nos comprometemos con la igualdad y con la diversidad, ya sea de género, raza, religión o condición sexual. Apostamos por las personas y de ahí que nuestra comunicación próxima y transparente refleje nuestros valores, lo que nos ha permitido que 10 años después tengamos una plantilla de 12 magníficas personas, con sede en Madrid y Barcelona, y un futuro profesional muy cercano a lo que esa niña con apenas siete años soñaba.

Laura Ruiz Porcel

Cofundadora de V3rtice Comunicación