En el siglo II, el emperador romano Marco Aurelio, apodado como el sabio, escribió estas líneas en su libro Meditaciones: “Debo a mi bisabuelo materno el no haber ido nunca a las escuelas públicas, haber tenido en casa excelentes maestros, y haber aprendido que en este particular es preciso gastar sin calcular”.

En 1948, la Declaración Universal de Derechos Humanos establece en su artículo 26: “Toda persona tiene derecho a la educación. La educación debe ser gratuita… tendrá por objeto el pleno desarrollo de la personalidad humana y el respeto a los derechos humanos y a las libertades… Los padres tendrán derecho preferente a escoger el tipo de educación que habrá de darse a sus hijos”.

Garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad, y promover oportunidades de aprendizaje para todos, es el Objetivo de Desarrollo Sostenible número 4 de la Unesco 2030 y todos somos todos, independientemente de nuestras capacidades o déficits, todos somos todos, aunque no hayamos tenido a mano a nuestro bisabuelo materno.

Ahora, con la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado, ¿qué contestarían nuestros conciudadanos si les preguntásemos en qué es preciso gastar sin calcular? ¿Coincidirían con Marco Aurelio en que la Educación es una de esas partidas?

Voy conduciendo y escucho en la radio las protestas contra la LOMLOE. Los puntos más críticos: las cuotas de la escuela concertada, las lenguas cooficiales, y la educación especial.

En la Comunidad de Madrid, hay más de 2.000 centros sostenidos con fondos públicos, solo 65 de educación especial. Y llega el sistema garante de nuestros derechos y libertades, a noquearlos con la Disposición Adicional 4, escudado en un falso concepto de inclusión. ¿Se habrán preguntado la Sra. Celaá y sus asesores a quién beneficia esta medida?

Hay muchos tipos de discapacidad. El autismo, es el trastorno infantil con mayor prevalencia. En el 2015 se aprobó, en el Congreso la Estrategia Española para los TEA. Contempla 15 líneas estratégicas con objetivos definidos, entre ellos: Investigación, innovación, transferencia de conocimiento, formación de profesionales, e intervenciones integrales especializadas.

A la aprobación de esta disposición no de ley, con presupuesto cero, debía seguirle un Plan de Acción. Yo, madre de cinco niños, uno de ellos con TEA, pregunté a nuestro gobierno: ¿Y el Plan de Acción?

Esta fue la respuesta: “… le informamos que el texto del Plan de Acción de la Estrategia en Trastornos del Espectro del Autismo ha sido elaborado por la Dirección General de Políticas de Discapacidad… No obstante, el citado Plan aún se encuentra pendiente de aprobación por el Gobierno… aún no ha sido publicado y no está disponible…”

Cinco años después, el Plan sigue pendiente de aprobación. Entre tanto hemos creado Abascool, un centro de formación especializado en el tratamiento del autismo. En colaboración con la Universidad Complutense de Madrid impartimos un Máster en Análisis de Conducta Aplicado, disciplina con evidencia científica avalada y recomendada por las guías de buenas prácticas, la OMS y la APA. Primer programa en una universidad española verificado internacionalmente por ABAI® y la BACB®, y primero en el mundo en impartirse en español en formato online. ¿Qué buscamos? Transferir conocimiento, formar a los profesionales y mejorar la accesibilidad a intervenciones eficaces. ¿Por qué? Para parecernos más a Marco Aurelio y poder contar con excelentes maestros, aunque tengamos autismo.

Blanca Sáenz

Socia Fundadora de Abascool