El emprendimiento se ha convertido, en la actualidad, en una opción profesional por la que optan muchos estudiantes cuando acaban su formación académica, o muchos profesionales ya en activo que siguen formándose y que deciden crear sus propios proyectos empresariales. En concreto, en la Universidad Europea, un 15% de nuestros egresados se decantan hacia la creación de negocios propios.

Además, el mundo altamente globalizado y digitalizado en el que ya vivimos genera nuevas y grandes oportunidades profesionales hasta hace poco absolutamente desconocidas. Es más, quienes tenemos en nuestras manos la responsabilidad de formar a los jóvenes y a los profesionales enfocados en una educación a largo plazo (life long learning), somos conscientes de que estamos desbrozando el camino hacia profesiones que todavía desconocemos.

Vivimos en una aldea global y en la era de la información, una era de cambio vertiginoso, con una complejidad sin precedentes, que está provocando una alteración radical en nuestra forma de comunicarnos, de actuar, de pensar y de expresar.

Sin embargo, las oportunidades, social y profesionalmente hablando, aún no son tan democráticas como la tecnología, que llega a cualquier rincón del mundo y nos permite poder acceder a información de cualquier país o lugar.

Para empezar, los datos nos hablan de que en la actualidad hay más mujeres matriculadas en estudios de grado que hombres, una proporción del 55% frente al 45%. Es decir, seis de cada diez nuevos graduados son mujeres.

Sin embargo, en el ámbito emprendedor, las cifras se invierten, aunque la brecha de género tiende a acortarse, y cada año es mayor el porcentaje de mujeres que encaminan su futuro profesional hacia el emprendimiento.

Concretamente, en nuestro país, según el informe de 2018 de Global Entrepreneurship Monitor (GEM), nueve mujeres inician un negocio por cada diez hombres, muy por encima de la media europea, pero, también hay que decirlo, vamos con retraso en relación a otros países de la Unión Europea, donde la incorporación de la mujer al emprendimiento se produjo mucho antes.

En este contexto, la universidad juega un papel fundamental, pues tenemos la responsabilidad de formar a personas que sean capaces de competir en igualdad de condiciones en esta “aldea global” que, en teoría, debería ofrecer las mismas oportunidades a todos.

Es, por ello, que en la Universidad Europea contamos con proyectos en los que se fomenta y apoya el emprendimiento de nuestros estudiantes, en cualquier sector o ámbito laboral, ofreciendo la formación que necesitan para lograr alcanzar sus metas y convertirse en profesionales capaces de impactar positivamente en la sociedad en la que van a operar.

Nuestro compromiso social está vinculado al emprendimiento de muchas formas, pero especialmente a través de los premios Jóvenes Emprendedores Sociales, que valoran el trabajo de personas entre los 18 y 29 años que cuenten con proyectos innovadores que tengan un fin social.

Apoyar el emprendimiento desde las aulas es imprescindible, pues como decía anteriormente, el mundo está cambiando a una velocidad vertiginosa; las tecnologías están abriendo un abanico de posibilidades profesionales innovadoras que generarán nuevas empresas de la mano de emprendedores visionarios y capacitados; y el mundo del emprendimiento dejará de ser masculino o femenino, para ser un mundo de personas valientes dispuestas a impulsar con su esfuerzo y conocimiento el crecimiento social y empresarial del futuro.

Cristiana Oliveira

Rectora de la Universidad Europea de Canarias