La crisis sanitaria provocada por el séptimo tipo de coronavirus, con más morbilidad y mayor índice de mortalidad de todos, está sobrepasando todos los límites, cargando sobre los profesionales de la prevención y la salud gran parte del duro peso de contener su propagación en el ámbito laboral.

La evolución de la pandemia desembocó en una transmisión comunitaria. Ya no se trataba de casos importados, la transmisión se producía inexorablemente entre los habitantes de un mismo país, municipio o empresa, un aviso que ya había lanzado la OMS.

Hagamos un rápido repaso por las disciplinas de la prevención de riesgos laborales y el COVID-19, para entender mejor el trabajo de los técnicos en prevención y salud, muchas veces desdeñado hasta ahora.

Los responsables de Salud Laboral en las empresas están desbordados por múltiples protocolos que cambian constantemente. Están al cargo de realizar test rápidos y PCR a los trabajadores y de publicar reglas de oro básicas en higiene. Esta importantísima demanda que se hace del Servicio de Prevención es coyuntural: cuando la pandemia se supere, el COVID-19 será un tema de Salud Pública y solo afectará a los servicios de prevención del sector socio-sanitario.

La “vigilancia epidemiológica” de la que habla el artículo 11 de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales nunca había adquirido tanto sentido ni importancia como ahora. ¡Cuándo hubiéramos pensado que los epidemiólogos serían tan mediáticos!

Antes, los estudios epidemiológicos se centraban en la incidencia anormalmente elevada de una patología específica en el colectivo laboral, y en investigar las condiciones de trabajo para identificar su origen.

Ahora, la prioridad se llama COVID-19. La colaboración público-privada en campañas sanitarias y epidemiológicas de las Administraciones Públicas es vital. Un ejemplo, el Hospital Fraternidad-Muprespa Habana que atendió pacientes COVID la pasada primavera, o los sanitarios de mutuas cedidos al sistema para colaborar en el colapso sanitario.

También se han adaptado procedimientos sobre Seguridad en el Trabajo, disciplina fundamental para establecer medidas organizativas imprescindibles.

Una comunicación más proactiva implica la identificación, control y supresión del riesgo de contagio: evitando contactos estrechos; recomendando/obligando la instalación de barreras físicas; señalizando zonas de tránsito; limitando aforos, normas de acceso y movilidad, e imponiendo el uso de EPIs según la normativa sanitaria.

Las medidas para contener la propagación de un agente biológico en las empresas corresponden al ámbito de la Higiene Industrial, considerándose los contagios por COVID-19 entre los sanitarios como “accidente de trabajo”. La Disposición Adicional 4ª del Real Decreto Ley 28/2020 establece la continuidad de la consideración de contingencia profesional derivada de accidente de trabajo en este personal, hasta que las autoridades sanitarias levanten las medidas de prevención adoptadas ante esta crisis sanitaria.

Y qué decir de la Ergonomía, con una parte importante de la población activa en teletrabajo. Se ha afrontado esta situación, hasta ahora testimonial, con recomendaciones sobre medidas de protección y adaptación del espacio doméstico de trabajo a las características del teletrabajador, según los artículos 15 y 16 del reciente RDL 28/2020 sobre el trabajo a distancia.

El esfuerzo que están realizando los profesionales en Psicosociología aplicada a la prevención es notable. Estrés, ansiedad, trastornos del sueño, nerviosismo, miedos, riesgos psicosociales, tienen que estudiarse más que nunca para no influir negativamente en el bienestar de los trabajadores. Los datos hablan de 10 suicidios diarios en España.

El refrán “más vale prevenir que curar” nos ha estallado en la cara. Servirá para dar un nuevo enfoque a la PRL y su transformación digital en la “nueva normalidad”. Y pondrá en su sitio la labor silenciosa, mal pagada y muchas veces, denostada, de los técnicos de prevención de riesgos laborales de este país.

Natalia Fernández Laviada

Subdirectora General de Prevención, Calidad y Comunicación de Fraternidad-Muprespa