La pandemia, una nueva sombra en el camino hacia la igualdad en el ámbito empresarial y profesional

Gipuzkoa ha sido tradicionalmente un territorio emprendedor, y lo sigue siendo. Pero, al igual que en el resto del estado, la presencia de la mujer en puestos directivos y al frente de las empresas todavía está lejos de alcanzar la igualdad real. La crisis por la pandemia que estamos atravesando este 2020 no ha hecho sino acrecentar más las desigualdades, y la mujer es quien se está llevando la peor parte a nivel de carga laboral y cuidados, desempleo o precariedad.

Según los últimos datos publicados por el Gobierno Vasco, la economía de la CAV caerá este año un 10,1%, lo que provocará la pérdida de unos 30.000 empleos y la subida de la tasa de paro hasta el 11,2 %. Algunos de los sectores con mayor presencia de empresarias en Gipuzkoa son el comercio, la hostelería, el turismo y los servicios, precisamente los más golpeados por esta crisis, por lo que es previsible que sea también la mujer la más castigada si hablamos de desempleo. No olvidemos tampoco que muchas de ellas han tenido que cerrar temporalmente sus negocios durante el estado de alarma, un gran porcentaje de ellas empresarias individuales, por lo que arrastran ya la carga de estos duros meses que hemos atravesado.

ASPEGI, Asociación de Empresarias, Directivas y Profesionales de Gipuzkoa, ha estado en todo momento acompañando a sus socias en estos meses de incertidumbre. La asociación se ha convertido en colaboradora de ELKARGI -sociedad de garantía recíproca- para las solicitudes de financiación, así como colaboradora de diversas instituciones en la difusión y comunicación de las ayudas y subvenciones disponibles, sirviendo como canal directo de información a sus socias del apoyo institucional y de las líneas de financiación abiertas.

Ante la situación actual, no se presenta un escenario fácil a futuro; las empresas guipuzcoanas prevén una bajada de su facturación y un descenso en el global de sus pedidos. Nos enfrentamos a un corto y medio plazo incierto, en el que, con la reapertura de los centros escolares hemos podido volver a los centros de trabajo, pero ante la coyuntura de que puedan llegar nuevos cierres de aulas, periodos de cuarentena o confinamientos selectivos. La pandemia ha favorecido el teletrabajo, pero las mujeres con hijos e hijas en edad escolar han sido las que más han sufrido por el esfuerzo de compaginar el trabajo con el cuidado de menores y las tareas del hogar. El colectivo de mujeres directivas, en el que existen únicamente en torno a un 21% de mujeres en puestos de alta dirección, sigue encontrando barreras como la dificultad para conciliar y una cultura empresarial que no facilita su acceso a esos puestos, por lo que la crisis por la pandemia ha supuesto también un freno o retroceso para muchas carreras profesionales.

Una vez más, las mujeres son las grandes olvidadas a la hora de dar respuesta a sus necesidades en el ámbito laboral y profesional. Empresarias y directivas continúan solicitando un mayor apoyo institucional en pro de un cambio en la cultura empresarial y más medidas de conciliación que permitan a las familias -ellas y ellos- compaginar trabajo y cuidados. Sin embargo, con problemas más inmediatos, la igualdad ha dejado de ser una prioridad para la clase política e instituciones.

Pero de las crisis siempre surgen oportunidades, y las habrá en los ámbitos de la tecnología, la sanidad, la seguridad y la formación online, los servicios, el ocio o el bienestar. También está siendo una oportunidad para el cambio generacional en negocios familiares, comercios y pequeños establecimientos. Estamos seguras de que las mujeres guipuzcoanas estarán en primera línea de salida a la hora de iniciar nuevas actividades y afrontar la recuperación económica. A lo largo de estos meses, de hecho, directivas guipuzcoanas y vizcaínas han podido completar la primera edición de un curso de consejeras específicamente dirigido a mujeres directivas, impartido por ESADE.

En el mes de agosto, el termómetro de la economía vasca anotó un valor de 35,5, que indica todavía una fuerte recesión, aunque se trata del cuarto mes consecutivo en el que mejora su resultado, desde el mínimo alcanzado en abril de 2020 (27,5). La mayoría de las variables siguen registrando tasas negativas, pero han suavizado sus caídas. En este sentido, es significativa la mejora en las estadísticas ligadas a la industria. También el comercio minorista y la venta de viviendas han registrado incrementos positivos en los últimos meses.

El escenario actual arroja, por lo tanto, algunas luces para la esperanza, pero siguen existiendo muchas sombras, que esta crisis ha hecho aún más grandes. Esperemos que puedan ir disipándose con el esfuerzo de todas y todos para que podamos por fin vislumbrar la igualdad que, sin duda, beneficiará al conjunto de la sociedad.

ASPEGI, Asociación de Empresarias, Directivas y Profesionales de Gipuzkoa

Fuentes: EUSTAT, Gobierno Vasco, Emakunde, Informes Laboral Kutxa, Informa, Observatorio AED