“Elegir bien el futuro, proponer estructuras viables y activar métodos y procedimientos sabios de gestión son, sin duda alguna, las esenciales claves del éxito”
Soraya Alonso es la directora del Departamento Financiero de la Asociación Europea de Arbitraje y socia-directora de la empresa LexHow. Junto a David Pérez acaba de publicar el libro ‘La Compañía Mágica. Así se crea y se gestiona una empresa’, en el que el mundo de los negocios y los juegos de naipes se entremezclan para ayudar a que los emprendedores y empresarios conozcan las claves de gestión de sus proyectos empresariales.
¿Qué ofrece ‘La Compañía Mágica. Así se crea y se gestiona una empresa’?
El libro ofrece una visión completa del proceso de creación y de gestión de una empresa; desde que es tan sólo una idea en la mente de los futuros socios, hasta que realizan su primer plan de negocio y lo ponen en marcha, con resultados al comienzo inciertos, pero satisfactorios. Para ello, cuenta de una manera lógica -ya que sigue temporalmente el proceso de creación de una empresa- los avatares de cinco amigos, todos ellos alumnos de una escuela de magia en Madrid, que deciden poner en marcha una empresa de magia con el nombre de La Compañía Mágica. Cualquiera que lo lea, se dará cuenta de los trámites y de los desvelos profesionales y personales que la constitución desde la nada de una empresa lleva consigo.
Escribir un libro de emprendimiento desde el punto de vista de la magia es una idea curiosa, ¿cómo surgió?
La idea surge de la lectura de un libro muy famoso, que ha sido un auténtico best seller en el mundo, y que se titula: ‘La Meta’. En este, su autor, Eliyahu Goldratt, muestra sus teorías sobre los flujos de materias primas y materiales en el ámbito de la producción en las fábricas. Pero aun así, introduce una trama novelada. El protagonista tiene una familia, su mujer está un poco harta de que llegue siempre a las tantas a su casa, etc. Al final, todo sale bien, y el lector ha tenido la oportunidad de entender sus teorías técnicas de una manera entretenida y didáctica.
A partir de este libro, David Pérez -coautor conmigo de La Compañía Mágica, y uno de los grandes expertos españoles en Marketing y Ventas- y yo decidimos mostrar a los lectores los intríngulis de la creación y la gestión de una pequeña empresa (todas las grandes empresas empezaron siendo pequeñas…), aderezamos la trama con unos personajes de ficción y la acompañamos con varios juegos sencillos de cartomagia (magia con cartas) de los que mostramos el efecto y la revelación. Técnica, magia y “casos prácticos” constituyen así un conjunto atractivo y un texto divertido, pero muy eficaz.
Magia y emprendimiento, ¿cómo se relacionan ambos conceptos?
La idea implícita en todo el libro es que para gestionar bien algo hay que hacer tres cosas. La primera, aprender bien a dirigir y controlar lo que pretendemos. En segundo lugar, hay que adquirir experiencia, a base de ensayo, de entrenamiento y de la repetición inteligente de lo aprendido. Y, en tercer lugar, hay que ejecutar lo que hemos aprendido y en lo que teóricamente ya somos expertos, con absoluta precisión. Si hacemos esto, unas veces acertaremos y otras no. Pero si no seguimos este método, lo normal es que consigamos, uno tras otro, fracasos estrepitosos. Y eso mismo sucede tanto en la realización de los juegos de magia, como en la vida de las empresas. Cuando vemos llevar a cabo sus maravillosos e increíbles efectos al genial mago Juan Tamariz -autor junto a su hija Ana, la directora de la Gran Escuela de Magia Ana Tamariz, del prólogo de este libro-, no somos conscientes del trabajo duro de aprendizaje, de experimentación y de precisión que ello lleva previamente consigo. Este libro quiere poner de manifiesto estas circunstancias y, por eso, las asimila a las técnicas de la gestión de una empresa mercantil.
¿A quién está dirigido el libro?
Inicialmente, a pequeños empresarios que ya están gestionando sus empresas y también a emprendedores que desean crear o constituir un nuevo negocio. Entre los cinco personajes protagonistas, hay tres mujeres. Cada una de ellas con circunstancias personales diferentes, pero siempre muy verosímiles y muy creíbles, lo que hace que sean cercanas a las lectoras. La introducción de los juegos con cartas va a permitir a quien lea nuestro libro iniciarse en el entretenimiento y la ilusión que siempre produce la magia.
¿Qué cualidades tiene que tener una persona para ser un buen emprendedor?
En el ámbito de las Habilidades de Gestión de una empresa, hay habilidades que llamamos fuertes (o hard, en inglés) y habilidades que llamamos “blandas” o débiles (soft, en inglés) que debemos ser capaces de conjugar siempre. Si alguna de las lectoras quiere llegar a ser una buena directora financiera de una empresa, debe recibir previamente una formación profunda (unos estudios universitarios, por ejemplo) que no se adquieren sin esfuerzo personal, sin el transcurso del tiempo y sin la aplicación de determinados recursos económicos. Pero de nada le valdrán estas habilidades fuertes si no es capaz también de aplicar sabiamente otras habilidades que, aunque no requieran tanto esfuerzo, tanto tiempo, ni tanto dinero, sí es necesario que sean aprendidas, ensayadas y ejecutadas con precisión. Estas habilidades se refieren a la capacidad de liderazgo, la asunción del riesgo inherente a los negocios, la sabia gestión del tiempo, etc. En conclusión, al fomento de la inteligencia gestora y creativa, el esfuerzo en el trabajo y la convocatoria de la necesaria suerte, que son los tres grandes elementos de una correcta gestión y dirección de un negocio o de una institución. La proporción de cada uno de ellos dependerá, como es obvio, de la vida de la empresa y de las circunstancias de cada momento y de cada caso. Elegir bien el futuro, proponer estructuras viables (personas, organizadas, con recursos) y activar métodos y procedimientos sabios de gestión son, sin duda alguna, las esenciales claves del éxito.
¿Qué debe tener en cuenta una persona a la hora de emprender?
Debe ser consciente de que nadie le va a regalar nada y de que los verdaderos factores del éxito requieren la aplicación permanente de esfuerzo, inteligencia y búsqueda de oportunidades. Quienes se acercan a la creación de una empresa pensando que con tener un buen producto o con ser muy experto en alguna faceta aislada de la gestión ya se va a encontrar con el éxito, se equivocan enormemente. Analizar a fondo las cosas antes de actuar, definir y señalar objetivos que se correspondan tanto con la estrategia (con la visión del empresario) como con las diferentes tácticas o políticas (con la Misión y los Valores), y determinar y mostrar por escrito los Planes para conseguirlos (de Finanzas, de Producción u Operativos, de Recursos Humanos y, sobre todo, de Marketing y Ventas) son las verdaderas llaves para que un proyecto empresarial, una idea de negocio sea finalmente viable y rentable, que son las dos conclusiones ideales que pretende cualquier empresa.
Desde su punto de vista, ¿en qué materias o sectores se puede emprender con mayores posibilidades de éxito en la actualidad?
Si nos fijamos en los negocios en los que se mueven las franquicias en la actualidad, parece que los ámbitos más interesantes para emprender una empresa o un proyecto empresarial son los que tienen que ver con la formación y el asesoramiento experto a las empresas; los viajes, la moda y el ocio; el cuidado personal y la imagen; la alimentación y la hostelería; el hogar y todos los servicios que este concepto amplio conlleva; la tecnología especializada; y otros productos y servicios quizá hoy considerados como “diferentes”, pero que serán, sin duda, los nichos de mercado rentables del futuro.
¿La idea emprendedora más curiosa y original que haya conocido?
Hay muchas ideas que todos los días nos sorprenden. Quienes piensan que todo está inventado se equivocan de cabo a rabo. La vida del comercio es dinámica y es, junto con el amor y la solidaridad, uno de los ejes alrededor de los cuales gira el mundo. Pero yo recuerdo, con mucho cariño, la idea base de mi trabajo de fin de máster, que consistió en el desarrollo de una cadena de cuatro restaurantes -uno en Madrid, otro en Barcelona, otro en Valencia, y otro en Bilbao, aunque abríamos también la posibilidad cierta de ampliarlo a ciudades como Sevilla o Málaga- cuya singularidad esencial era que cada uno de ellos solamente tenía una mesa. Una mesa para cuatro personas que, sin embargo, dado su posicionamiento de exclusividad, era un negocio absolutamente viable y muy rentable. No en vano, mis compañeros de equipo en el proyecto y yo recibimos la máxima calificación por nuestro trabajo. La idea no ha sido puesta en práctica todavía en España pero en Tokio, en el exclusivo barrio de Giza, donde está el paradigma de la exquisitez gastronómica mundial, existe el restaurante Mibu, con una idea como la nuestra, en el que para poder apreciar sus excelencias hay que preparar con mucho tiempo la agenda y la cartera. Los emprendedores deberían entrar a fondo en el análisis de este tipo de negocios y ver cuáles son las verdaderas claves de su continuado éxito.
María Cano Rico
