Las empresas españolas gestionan mejor el talento, obtienen mayor rendimiento e incrementan la tasa de retención de sus equipos gracias a la aplicación de medidas para mejorar la igualdad efectiva, según el informe Buenas Prácticas para la Gestión del Talento y la Mejora de la Competitividad de las Empresas realizado por la Asociación Española de Ejcutiv@s y Consejer@s, con la colaboración de IESE y la Fundación mashumano, y el patrocinio de CaixaBank.

Así lo manifiesta un 54, 45 y 44 por ciento, respectivamente, de las más de 100 empresas participantes en el estudio, al tiempo que otro 30 por ciento considera que obtienen mejoras en innovación y un 28 por ciento que se toman decisiones más equilibradas.

Impulsar estas mejoras de competitividad fue precisamente el propósito que nos unió, hace dos años, al grupo de ocho mujeres que formamos el Comité de Buen Gobierno de EJE&CON para embarcarnos en la redacción de una guía de recomendaciones que titulamos Código de Buenas Prácticas para la Gestión del Talento y la Mejora de la Competitividad de las Empresas con objeto de ayudar a las organizaciones a  adoptar las medidas concretas que faciliten el acceso del mejor talento, sin sesgos de género, a los puestos de mayor responsabilidad.

Cuando se cumple el primer año desde la publicación del Código, se han adherido al mismo 56 organizaciones españolas. No es de extrañar, por tanto, que el informe refleje también la importancia que ha cobrado para las empresas la diversidad de género en los órganos de gobierno y alta dirección. Según afirman las empresas encuestadas, la igualdad está en la agenda de casi el 80 por ciento de los comités de dirección, y los altos directivos hacen un esfuerzo por sensibilizar a sus plantillas, incorporando mensajes de igualdad y diversidad en porcentaje similar.

El grado de sensibilzación alcanzado es una magnífica noticia y un motivo para el optimismo. También es motivo para el optimismo que un 62 por ciento de las empresas encuestadas ya afirman disponer de una política de igualdad de género o de igualdad de oportunidades.

No obstante, los resultados del informe también permiten concluir que queda aún mucho trabajo por hacer. En este sentido, destaca que un 63 por ciento de las empresas participantes afirma que no ha realizado nunca un estudio sobre la brecha salarial, un 84 por ciento confiesa que no existen incentivos asociados a la consecución de objetivos en materia de diversidad e igualdad de oportunidades y para un 55 por ciento la diversidad de género no es una prioridad en los planes de promoción profesional.

Las personas que han realizado la encuesta identifican la maternidad, junto a las responsabilidades familiares, como la principal dificultad de la mujer para acceder y permanecer en el mercado laboral. Y consideran que las mejores políticas que permiten hacer compatible la vida personal y la vida profesional son el horario flexible y el  trabajo remoto.

Dos años después de que iniciamos esta aventura, las ocho coautoras estamos convencidas de que el informe y el código constituyen una herramienta potente que se suma a los recientes cambios legislativos para configurar un tejido empresarial más inclusivo, humano, sostenible y competitivo.

Isabel Alonso Matey

VP de EJE&CON, Buen Gobierno