La diabetes tiene hoy dimensión de pandemia mundial, afectaba ya al 10,4% de los españoles en 2017, y va en aumento. A mi socio Víctor Bautista, que es programador informático, le diagnosticaron diabetes tipo 1 en 2008, y descubrió que se seguía gestionando con papel y lápiz, como si no viviéramos en la era digital. Quizá porque en aquel momento me dedicaba a dirigir proyectos de innovación digital, me resultó igualmente chocante. Ambos nos preguntamos por qué, en pleno siglo XXI, no había nada para gestionar esta enfermedad de otra forma, y decidimos hacer algo al respecto.

Así fundamos SocialDiabetes, partiendo de una app de uso personal, para desarrollar una solución digital integral. La diabetes son datos y, por ello, la estamos “digitalizando”: la aplicación móvil registra información relevante para el tratamiento de la enfermedad como la glucosa en sangre, la insulina, los hidratos de carbono,… Permite calcular la dosis recomendada de insulina a administrarse y la información es accesible en todo momento para médicos, enfermeros, pacientes y sus familiares.

Cuando pones en marcha un proyecto ilusionante, y una misión que tiene que ver con la salud de las personas, como en el caso de SocialDiabetes, sientes una responsabilidad especial. Tener un buen equipo y mantenerlo centrado en desarrollar una propuesta de valor viable, y sobre todo rigurosa, se convierte en una obsesión. Conseguir el apoyo de un comité médico solvente que garantice el rigor científico, contar con técnicos innovadores, colaborar con los usuarios y dar respuestas a sus demandas, mantener el foco de tu estrategia global…

Pues bien, en mi experiencia como emprendedora, la búsqueda de capital ha sido uno de los aspectos más difíciles, sin duda. Mucho más que la excelencia técnica, el rigor científico o la gestión de expectativas. Me he dado cuenta de que la captación de capital no está directamente relacionada con la capacidad de trabajo del equipo, sino más alineada con tus habilidades relacionales y tu capacidad de vender un sueño y una oportunidad única. En este sentido, mi consejo a quienes tienen ganas de emprender o ya lo están haciendo es “trabaja menos y relaciónate más”. Invierte en visibilizarte y en desarrollar tu identidad como emprendedora.

También es clave buscar las oportunidades con visión global, y me refiero aquí a la internacionalización. Es complejo gestionar las oportunidades que te vienen desde el exterior en equilibrio con la necesidad de foco inherente al desarrollo de cualquier startup, sobre todo en las etapas iniciales. Hay que entender que el campo de juego es global y lo importante es identificar cuál es tu mercado más eficiente en cada momento.

Creo que, a pesar de la complejidad y las exigencias del emprendimiento, elegir este camino es también una decisión que permite a las mujeres tomar el control de sus carreras profesionales, disponer de más flexibilidad y visibilizar sus resultados. Además, las nuevas tecnologías hacen posible ponerte al servicio de un mercado sin necesidad de intermediarios. Hay una enorme oportunidad para las mujeres en todo lo que es el mundo digital ligado sobre todo a los servicios. La sanidad y la salud en general es un campo en el que las mujeres ocupan ya posiciones muy relevantes y son reconocidas, por lo que su aportación desde las tecnologías debería ser también su espacio natural.

Actualmente ya podemos identificar algunas de las tendencias en salud digital que transformarán la asistencia sanitaria como la conocemos:

  • Medicina y telemedicina serán cada vez más palabras “intercambiables”: diremos “visita médica” para hablar de la visita online. La telemedicina se extenderá y será clave para aliviar la congestión de las consultas de atención primaria, facilitar el acceso al cuidado médico y reducir costes al sistema.
  • Inteligencia Artificial y Big Data. Con estas tecnologías se implementarán análisis predictivos de datos y se generará conocimiento de forma más rápida y especializada. Veremos usos muy prácticos de la Inteligencia Artificial (IA), como por ejemplo “bots” que ayudan a diagnosticar mejor al paciente o herramientas analíticas que predicen brotes, por ejemplo, de gripe, en un determinado espacio geográfico.
  • Medicina personalizada y en “casa”. Las herramientas digitales ayudarán en la aplicación de la medicina personalizada. Dispositivos como los monitores de actividad, que ya hoy están integrados en casi cualquier teléfono, ponen un gran volumen de datos a disposición del profesional sanitario. En nuestro caso, el glucómetro (medidor de glucosa) conectado mediante Bluetooth y la aplicación de SocialDiabetes son un claro ejemplo de cómo se puede recoger información relevante de la vida real del paciente fuera del hospital y combinarlo con los datos clínicos que maneja el profesional para entregar una asistencia sanitaria más precisa y personalizada.
  • Las redes sociales en el epicentro. Cada vez más, los pacientes serán parte activa de las nuevas soluciones de salud digital, en colaboración con los profesionales sanitarios y demás actores. Las redes sociales actuaran como mecanismo de feedback que estimula la optimización del sistema. Las necesidades y demandas de los pacientes tendrán más fuerza en la toma de decisiones de los prestadores de servicios de salud.

En SocialDiabetes, nuestro objetivo desde el primer día ha sido poner la tecnología al alcance del paciente, y entregarle el conocimiento necesario para darle el control sobre su enfermedad. Hoy, las tendencias en salud digital integran la tecnología, pero dar el control al paciente exigirá un cambio de mentalidad a muchos niveles, invertir más en proyectos innovadores, reconocer el valor del conocimiento que aportan los pacientes,… Queda mucho camino por recorrer y estoy convencida de que uno de los motores de este cambio lo traerá el emprendimiento.

María Jesús Salido

CEO y cofundadora de SocialDiabetes