Las mujeres somos mayoría en los estudios universitarios. Sumamos seis de cada diez personas egresadas en Andalucía, según el Observatorio ARGOS (Servicio Andaluz de Empleo, 2020). Informes como el que presentó el IVIE junto al BBVA (Fundación BBVA, 2018) señalan que concluimos la carrera antes y con mejores resultados académicos, pero también evidencian otra realidad: la tasa de inserción laboral de las mujeres es más baja, en puestos más inestables y peor remunerados.

El Observatorio Igualdad y Empleo (2020) apunta a brechas de género en las contrataciones indefinidas (13,5%) y en la tasa de actividad en Andalucía (14,57%). Algunas causas para entender estas diferencias, según los estudios más recientes de dicho Observatorio, radican en el tipo de estudios (los hombres tienden más hacia carreras técnicas, con una tasa de inserción mayor), la perpetuación de determinados estereotipos de género, o la segregación vertical y horizontal que impide a las mujeres acceder a altos cargos.

Las Universidades, y ahí incluyo a la Internacional de Andalucía, mantenemos un fuerte compromiso con la inserción de nuestro estudiantado. El emprendimiento vocacional es una de las líneas de trabajo, pero no la única. Nos esforzamos por trazar programas de formación que conecten con las necesidades laborales, por la movilidad internacional, las prácticas o la participación en proyectos.

Datos como los que expongo arriba no solo justifican la necesidad de acciones específicas dirigidas a mujeres, sino que nos instan como instrumento público a atenderlas. Es así como la UNIA se sumó al Programa UNIVERGEM, impulsado por el Instituto Andaluz de la Mujer para “promover actuaciones innovadoras y contextualizadas desde la perspectiva de género en las universidades públicas de Andalucía incentivando el empleo, autoempleo y emprendimiento de las mujeres universitarias y favorecer la igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres”.

En el marco de dicho programa, se ha desarrollado en 2020 el proyecto 4FEM-UNIA. Iniciativa destinada a identificar barreras y facilitadores para el emprendimiento, mostrando vías de perfeccionamiento de perfiles profesionales y psicológicos diseñados específicamente para universitarias. Incidiendo en los valores de liderazgo, se ha ofrecido a 40 mujeres de Andalucía, otras zonas de España y de Iberoamérica, proveyendo a las mismas de herramientas esenciales para la puesta en marcha de ideas de empresa.

Así, han desarrollado competencias en gestión de negocios, marketing o internacionalización. Una fase del programa incentivó la presentación de propuestas reales de emprendimiento, tuteladas individualmente por una profesional para su puesta en marcha. Los 25 proyectos recibidos son, sin duda, un reflejo del potencial femenino que desaprovecha el tejido productivo ante esa injustificada brecha entre hombres y mujeres.

Algunas de las propuestas pasan por incentivar a niñas y jóvenes a participar en la industria minera y tecnológica de Chile; impulsar a deportistas de élite hacia puestos de liderazgo, o un plan para la producción de eventos de mujeres y flamenco ambientados en contextos patrimoniales. Ideas que nacían hace apenas unos meses y que, en algunos casos, ya son una realidad.

Desde la UNIA queremos seguir contribuyendo a la transformación de la sociedad andaluza, desde el postgrado o con acciones específicas de formación. Es nuestro compromiso y responsabilidad como institución pública. Expandir el conocimiento, impulsar la igualdad, la equidad y el bienestar de las personas.

Carmen Pozo Muñoz

Vicerrectora de Calidad, Igualdad y Responsabilidad Social

Universidad Internacional de Andalucía