Ha llegado el momento. Coges las riendas de aquello sobre lo que venías dándole vueltas en los últimos meses, o incluso años, y decides emprender. Ya sabes que el camino no será fácil, aunque tampoco tiene que ser tan difícil. Pero más allá de que la idea de negocio sea potente, más allá de tus capacidades como emprendedora y posible futura empresaria, hay algunas cuestiones que me gustaría compartir hoy contigo, desde mi experiencia, por si esto puede ayudarte.
- ¡La que la sigue la consigue! ¡Sí! Tener claro el foco, mantener tu motivación a raya y trabajar duro para esto al final tendrá su recompensa. Tu orientación al logro, tu esfuerzo y tu dedicación no pasarán desapercibidos para tu entorno. Y algunas personas que te conocen desde hace tiempo, incluso confiando en tus capacidades, en ocasiones se sorprenderán de tu voluntad para seguir y seguir.
- Déjate ayudar. ¡No! ¡No eres superwoman! Busca aliados en aquellos frentes de tu vida donde te sea más fácil, que te permitan continuar luchando por tu sueño. ¡Y también en tu emprendimiento! A veces nos empeñamos en caminar solas. Contar con otras personas de apoyo y delegar, aunque sea para cuestiones puntuales, no solo te hará avanzar más rápido, sino que seguro que te hará disfrutar mucho más de lo que vayas consiguiendo.
- Cuídate tú primero. Las mujeres tendemos a dejarnos siempre para el final, y tú bien sabes que, si tú no estás bien, tu entorno no estará bien; y tu emprendimiento se verá también afectado. Busca momentos de descanso, de risas, de cargarte de energía con lo que más te gusta, para hacer deporte, ¡para mimarte! Tu proyecto te necesita 100% en forma, así que… ¡no hay excusas!
- El lado bueno del “a medias”… Quizás tú no seas de esas mujeres “perfeccionistas”, que quiere dar la talla sobresaliente en todo lo que hace, profesional y personal. Y si es así, ¡estás de enhorabuena!, porque llevas mucho ganado. Pero si “por casualidad” eres de esas otras, ¡deja de querer hacer en 24 horas, siete días a la semana, 365 al año, lo que correspondería a otras tres o cuatro más personas! Prioriza y relativiza. Esto te ayudará a no perder el foco en lo que de verdad importa (para tí). Y asume que hay momentos y momentos, y cosas importantes y cosas que no lo son… ¡tú valoras y tú decides! Y a eso que “los demás esperan de ti”, ¡calabazas! En este sentido, te sugiero que ante momentos de duda y que te empieces a ver sobrepasada, te cuestiones previamente eso de “¿y quién me ha dicho que…?”
- ¡Pide feedback! Algunos te lo darán casi sin pedirlo; y bien está. Del mismo modo que lo estará aquello que decidas hacer con él. Pero… ¡pide feedback! De otros que antes han transitado el mismo camino (mentores), de expertos en la materia (consultores, asesores, formadores…), de la gente que te quiere y confía en tí (familiares, amigos…). E incluso considera la opción de contar con un coach que te ayude a tomar decisiones, a mantener tu motivación, a superar y aprender de los errores. En definitiva, ¡a seguir trabajando por tu sueño!
Jane Rodríguez del Tronco
Consultora en desarrollo de talento, conferenciante y formadora, experta en liderazgo y marca personal. Socia directora de The Bold Choice y coautora del libro Smart Feedback (LID, 2017). Coach ejecutivo y de equipos por ICF, además es profesora en IE Business School entre otras instituciones académicas.